Política y estrategia en el marxismo de Trotski (Juan Manuel Vera, 2022)

Este texto forma parte del libro Contra las oligarquías (Juan Manuel Vera, 2022)

La figura de Trotski tiene muchas facetas. Fue un dirigente revolucionario en 1905. En el proceso posterior a febrero de 1917 se convirtió en uno de los organizadores de la toma del poder por el partido bolchevique en octubre. Compartió con Lenin el gobierno en los primeros años del poder soviético. Se le recuerda históricamente como el más importante opositor a la consolidación del poder de Stalin y, también, como un notable escritor. En la última década de su vida intentó desesperadamente construir una alternativa internacional del marxismo revolucionario frente al estalinismo.

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Un siglo después (1917-2017): un legado entre escombros (José Luis Mateos, 2017)

 

Nadie consideraría razonable condenar la Revolución francesa por la evolución de la sociedad capitalista. En cambio, sí es habitual desacreditar la Revolución rusa desde los escombros dejados por el socialismo real, esa construcción política recreada por el estalinismo.

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La revolución rusa: cien años para aprender tan poco (Juan Manuel Vera, 2022)

Este texto forma parte del libro Contra las oligarquías (Juan Manuel Vera, 2022)

La conmemoración del centenario de la revolución rusa en 2017 planteó algunas interesantes cuestiones sobre la identidad de lo que se ha llamado izquierda a lo largo del siglo veinte.  También podría servir para comprender las razones por las que la herencia del Octubre soviético no forma parte del arsenal de instrumentos para desarrollar las nuevas prácticas sociales de lucha contra el capitalismo neoliberal, sino que, más bien, constituye una pesada losa histórica que dificulta la construcción de una alternativa al imaginario capitalista. Continuar leyendo «La revolución rusa: cien años para aprender tan poco (Juan Manuel Vera, 2022)»

La teoría de los campos: de Stalin a Putin (Jesús Jaén Urueña, 2022)

Publicado originalmente en Trasversales nº 61, diciembre 2022, web.

«Como se ve el concepto de «campo« significa, ante todo, bloque de Estados. Las fuerzas sociales y políticas no organizadas en Estado desempeñan una función subalterna de apoyo. Cada «campo« está articulado en torno a su Estado «rector«, tiene su «base« constituida por dicho Estado «guía«, más los Estados directamente subordinados, y cuenta con sus apoyos en otras fuerzas políticas y sociales. Los partidos comunistas exteriores a la «base« del campo «antiimperialista« son fuerzas de apoyo a dicho campo».

            Fernando Claudin, La crisis del movimiento comunista, de la                  Komintern al Kominform, Ruedo Ibérico, París, 1970

Presentación

Ahora que se cumplen 75 años desde que se diera a conocer la doctrina Zhdánov. He intentado contrastar lo que significó en plena guerra fría la teoría de los campos y cómo sigue vigente en la actualidad. Las personas de izquierda más jóvenes que no vivieron aquellos acontecimientos podrán comparar con lo que ocurre hoy en Ucrania, Irán o Cuba y, por supuesto, también en los países capitalistas más desarrollados como Estados Unidos o la Unión Europea. Este pequeño trabajo no pretende convencer a quienes llevan mucho tiempo, desde sus puestos de responsabilidad política, argumentando que la diplomacia y la realpolitik está por encima de las vidas en Ucrania, de las mujeres en Irán o de los que sufren la represión en países que se llaman socialistas como es el caso de Cuba. Tampoco a quienes desde los gobiernos -llámese occidentales- utilizan las guerras para aumentar los gastos militares o simplemente instrumentalizar de manera propagandística la carta universal de los Derechos Humanos. Nosotros estamos en «otro campo». En el de las sociedades y clases más desfavorecidas. Compartiendo las ideas de gentes de izquierdas no sumisas a un Estado o campo geopolítico, como hicieron -lo más honestamente que pudieron- escritores como George Orwell, Albert Camus, Bertrand Russell o E.P. Thompson.

I) 1947-2022

1.- En septiembre de 1947 Zhdánov, secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, recibe de Stalin la orden de presentar un informe que se conocería más tarde como la doctrina de los dos campos. En el mismo, la nomenklatura soviética plantea que el nuevo mundo de la posguerra está dividido en dos grandes bloques geopolíticos. Por un lado el bloque imperialista y antidemocrático que forman esencialmente Estados Unidos, Inglaterra y Francia; y por el otro, el bloque antiimperialista y democrático que forman la URSS y las nuevas democracias populares de la Europa del Este. Este esquema básico sería el que regirá todos los movimientos políticos tácticos y estratégicos tanto de los Estados Unidos como de la URSS. Sobre esta base se irán construyendo los edificios políticos de la guerra fría: la OTAN, el Pacto de Varsovia, el consejo general de Naciones Unidas, etc.

El período que va desde 1947 hasta 1989 es la etapa álgida de la política de bloques políticos y militares, más conocida como la guerra fría porque, en medio de un conflicto permanente y guerras regionales, tanto las administraciones norteamericanas como la burocracia del Kremlin mantienen unas líneas de contención que se conocen como políticas de coexistencia pacífica. En lo que respecta a Estados Unidos, los primeros años de este periodo coinciden con una campaña propagandística contra el comunismo (doctrina Truman) y una represión hacia las organizaciones y personalidades de la izquierda (la caza de brujas que tantas veces ha sido proyectada en las películas de Hollywood). En cambio, en Europa la situación es distinta. En Inglaterra gobiernan los laboristas y en Francia o Italia se construyen los partidos comunistas y sindicatos como las grandes organizaciones de masas. Al otro lado del telón de acero el Estado burocrático se ha consolidado definitivamente en la URSS. Los países que han quedado bajo su esfera de influencia están gobernados por partidos títeres del Kremlin como es el caso de Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Polonia, Bulgaria o la República Democrática de Alemania (RDA)

Durante esos cuarenta y dos años se produjeron acontecimientos históricos de toda índole: la descolonización de gran parte de África; las guerras en Oriente Medio; la revolución popular China en 1949; la revolución cubana en 1959; la guerra de Vietnam; Mayo del 68 en Francia; Nicaragua 1979; los golpes militares en Latinoamérica; la caída de las dictaduras en Portugal, Grecia y España; etc, etc. Digamos que todos estos hechos ocurren en el “campo imperialista”. Se trata de un ascenso revolucionario donde se combinan demandas democráticas, la liberación anticolonial y la aspiración a un modelo social más justo e igualitario como pretendían los revolucionarios cubanos del movimiento 26 de julio, el FSLN en Nicaragua o la Unidad Popular en Chile en 1971.

En el otro «campo político» las burocracias gobernantes también serán golpeadas por movimientos obreros exigiendo las libertades democráticas o el fin de la ocupación soviética. La revolución húngara en 1956, la Primavera de Praga en 1968 o las huelgas obreras que dieron lugar al sindicato Solidaridad en Polonia en 1980. En contra de lo que se pudiera pensar en un primer momento esos movimientos no pedían la restauración capitalista, sino otro modelo de socialismo basado en consejos de fábrica y la autoorganización social; la libertad de formar sindicatos y partidos o el sufragio universal. Algunos panfletos o escritos de la época (como la carta de Kuron y Mozolevski en Polonia) son muy ilustrativos. Estas demandas, por supuesto, eran incompatibles con la existencia en el poder de las castas burocráticas.

El problema fundamental que tuvieron los movimientos de emancipación tanto de un lado político como en otro, es que la existencia de los bloques y la bipolarización tendía, automáticamente, a la instrumentalización política o ideológica. En ese sentido el campismo tiene un efecto paralizante porque trata de evitar que las luchas se desarrollen en su verdadera naturaleza, intenta reconducirlas hacia un conflicto de Estados, de intereses geopolíticos al servicio de las élites en el poder. Esto es lo que estamos viviendo actualmente en la guerra de Ucrania donde las vidas de las personas o el derecho a la autodefensa de un país invadido por una gran potencia militar está subordinada al hipotético conflicto nuclear mundial.

2.- Tras la caída del Muro de Berlín y la implosión de la URSS se abre una nueva época. A nivel global los Estados Unidos se sitúan como única potencia militar y triunfan las doctrinas neoliberales tanto en el «campo capitalista» como en el «campo socialista». De la guerra fría pasamos a conflictos regionales de más baja intensidad. En una época de reacción generalizada triunfa la doctrina impuesta desde Washington de la lucha global contra el terrorismo internacional. La invasión de Irak, Afganistán y otra vez Irak o la guerra en los Balcanes son los hechos más relevantes. Es el período más claro de hegemonía norteamericana y el triunfo del capitalismo sin concesiones al Estado de bienestar. También la destrucción del mito -en las izquierdas- de que la economía estatizada puede escapar a la lógica de la acumulación y al mercado mundial capitalista.

3.- A partir de la segunda década de este siglo vuelve a cambiar nuevamente el escenario. De un conflicto de muy baja intensidad se pasa a otro nuevamente de alta intensidad. Varias son las causas: la irrupción de China como segunda potencia en el mundo y su acceso a nuevos mercados. En segundo lugar, el impacto que la recesión mundial (2007-2008) tiene sobre las grandes economías capitalistas, por un lado aumentando las desigualdades sociales de sectores que formaban parte del contrato social de la posguerra y, por el otro, auspiciando una crisis de confianza en la legitimidad de las viejas instituciones de la democracia liberal. Finalmente, esa nueva situación da pie al renacimiento de un nacionalismo autoritario y al crecimiento de las derechas ultraconservadoras en todo el mundo. El trumpismo, el Brexit, los llamados populismos de derechas o izquierdas latinoamericanas o europeas, y muy particularmente, la irrupción del gran nacionalismo imperialista ruso que con la segunda presidencia de Wladimir Putin da un puntapié al tablero y entra en guerra con occidente.

Ucrania es el punto de partida de la segunda guerra fría, de la amenaza de un conflicto nuclear y de la nueva división del mundo en bloques. Antes la URSS de Stalin, ahora la Rusia de Putin. Antes el bloque oriental y los partidos comunistas; ahora Rusia Unida, Bielorusia, Cuba, Venezuela, Nicaragua; algunos populismos de derechas o izquierdas y las políticas de alianzas con los ayatolás de Irán o China. Mientras en un bloque el Estado rector es sin duda Estados Unidos, en el otro Rusia solo aspira a recuperar una parte del antiguo imperio zarista. Pero la mirada del mundo está puesta en la China de Xi Jinping.

II) La izquierda campista: ni democrática ni socialista

1.- En la primera guerra fría leíamos y escuchábamos a los dirigentes de los partidos comunistas hablar del imperialismo, la democracia y el socialismo. Seguían a pies juntillas la doctrina Zhdánov y las órdenes de Dimitrov, Beria, Molotov, Jrushchov, etc. Esa relación ha cambiado, entre otras cosas porque los partidos comunistas son organizaciones insignificantes sin peso en la sociedad. Los nuevos movimientos subalternos en la izquierda de la segunda guerra fría son otros. En España Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Arnaldo Otegi, Manuel Monereo, etc. Un repaso por la hemeroteca en los últimos dos o tres años es muy ilustrativo. Desde luego la derecha y ultraderecha de este país ha sabido explotar la falta de condenas a los regímenes de Maduro, Raul Castro o Daniel Ortega, envueltos, una y otra vez, en la represión a manifestantes que protestan por la carencia de alimentos, derechos democráticos o la persecución a colectivos LGTB. El silencio ensordecedor con respecto al régimen teocrático y criminal de Alí Jamenei respecto a la brutal represión contra las mujeres en Irán es, sin duda, de un alcance ético y moral sin precedentes. Hasta hace unos pocos días, Podemos, permanecía sin condenar las cuatrocientas y pico mujeres asesinadas por la policía moral, las condenas a muerte y las miles y miles de detenciones.

El asunto de Ucrania rebosa de hipocresía por todos los poros. En los comunicados públicos de Bildu o Podemos la responsabilidad de la invasión era de la OTAN y no de Putin. Su propuesta «neutral» se ceñía a exigirle a Estados Unidos y Europa que no envíen armas para que acabe pronto la guerra y establecer un diálogo de paz entre ambas partes. ¡Ni siquiera Chamberlain hubiera podido superar el cínico pacifismo de esta izquierda! ¿Qué hubieran dicho si en lugar de invadir Putin a Ucrania es Joe Biden quien invade Irán? Nos lo podemos imaginar. Existen dos varas de medir los hechos

2.- Ponerse de lado de uno de los bloques conduce a posiciones reaccionarias. Estos dirigentes políticos subordinan los derechos humanos de las personas y los derechos democráticos de las sociedades o colectivos, a los intereses geoestratégicos de Rusia o China . Lo que prima no es el derecho de la sociedad, de las clases obreras o populares, de las mujeres o de otros colectivos; sino el de mantener unido un bloque antiimperialista formado por un grupo de Estados frente a Estados Unidos y la OTAN. El mayor de los absurdos y aberraciones políticas y éticas es que, además, ese bloque de Estados con los que se alinea esta izquierda está conformado por potencias «imperialistas» como Rusia y regímenes autoritarios como los ya citados anteriormente; es decir, se trata de un bloque antiimperialista dirigido por una potencia militar con ambiciones territoriales fuera de sus fronteras; y de un bloque democrático donde los regímenes que lo forman no respetan los derechos humanos, las libertades democráticas o sindicales, los derechos de la minorías, de las personas homoxesuales y donde la mujer, como es el caso de Irán, es tratada como un ser inferior. Todo ello en aras de fortalecer un frente antinorteamericano o antioccidental.

2.- La otra gran incoherencia consiste en reivindicar con una mano el marxismo y las señas de identidad de la izquierda, mientras con la otra se está borrando todo análisis que tenga que ver con el materialismo histórico. Para Marx no había campos políticos o, si los había, no eran estructurales ni permanentes, sino contingentes. El noventa por ciento de los análisis sobre las sociedades que hizo Marx eran a partir del modo de producción capitalista y las contradicciones entre clases sociales que existen en todas las sociedades avanzadas. Esto que era cierto en el siglo XIX lo es mucho más en el siglo XXI. Las sociedades actuales no son menos sino más capitalistas y las clases sociales no solo existen, sino que no han dejado de aumentar las desigualdades por razones económicas, raciales, género o pobreza energética.

La “izquierda” que defiende a los burócratas del régimen cubano frente a la ciudadanía no está defendiendo el socialismo bajo la sempiterna excusa del bloqueo, lo que está defendido son los privilegios de una élite corrupta cuya pretensión es vivir por encima del resto. Nunca la geopolítica y las relaciones entre Estados pueden sustituir de manera permanente los análisis de las relaciones sociales de producción, el conflicto entre las clases y la perspectiva democrática y socialista. Así lo entendía Marx cuando por ejemplo escribió El 18 Brumario de Luis Bonaparte para analizar los acontecimientos en Francia.

III) Campismo o Socialismo

1.- La consolidación del Estado totalitario en la URSS y la degeneración del Komintern significaron un corte histórico en la construcción de la identidad socialista. Una espesa niebla evitó que viéramos la verdad objetiva. La verdad y los hechos fueron subvertidos y la mayoría de sus defensores aniquilados. Como dijo Orwell el totalitarismo ya fuera nazi o estalinista es un vaciamiento de la conciencia individual y colectiva. Las palabras que antes tenían un significado adquieren otro muy distinto. El lenguaje forma parte de las formas de dominación como explica Victor Klemperer en su libro titulado La lengua del III Reich (Minúscula, Barcelona, 2001).

En un primer momento se cambió el internacionalismo por el «socialismo en un solo país» y más tarde por la «teoría de los campos». El régimen soviético convirtió las ideas del socialismo en una ideología nacionalista y chauvinista. La guerra que libró la Unión Soviética contra Hitler no fue en nombre del socialismo, sino de la patria. Se ensalzó el nacionalismo ruso reaccionario (tal cual lo hace hoy Putin) y el papel de Pedro el Grande en la historia. Se extirpó la cultura democrática dentro del movimiento obrero y sindical como se venía haciendo en corrientes anarquistas, socialistas o cristianas. El humanismo era señalado como prejuicio burgués y se hizo creer que el trabajo a destajo y la productividad eran cualidades del socialismo.

Algunas veces se ha comparado la brutalidad burocrática soviética con la dictadura de Cromwell, con los jacobinos a partir de 1793 o con los primeros bolcheviques. Es un debate complejo. Pero la comparación entre los jacobinos y los estalinistas no resiste la prueba de los hechos. Incluso siendo totalmente críticos con el terror en la revolución francesa y rusa, creo que Trotsky tiene que ver más con Robespierre. Y Stalin con el Termidor. Pienso que la revolución no es un fin en sí mismo sino uno de los posibles medios para superar el capitalismo y que el socialismo democrático no se construye al final del camino, sino mientras lo vamos andando.

Creo que todas aquellas personas que seguimos reivindicando la necesidad de alcanzar una sociedad más justa, democrática e igualitaria (que podemos definir muy genéricamente como socialista), no debemos abstraernos de la contradicción objetiva o, mejor dicho, el conflicto histórico entre la libertad y la revolución. Un conflicto que vivieron los levellers en Inglaterra, los jacobinos en Francia o los bolcheviques en Rusia. Las revoluciones son actos de fuerza y violencia, y cuando esa revolución derriba el viejo régimen y nace un nuevo poder, este lo hace con la misma violencia que combatió anteriormente. No tengo respuesta para esa cuestión ni para otras tantas más. Sin embargo, entre la revolución bolchevique y la contrarrevolución estalinista hay un salto cualitativo inmenso. En términos poéticos yo diría que si las revoluciones se presentan a los revolucionarios como un grandioso drama de Shakespeare, las contrarrevoluciones no tienen el brillo de la estética ni el drama de la ética. Son más parecidas al ambiente sórdido de las novelas de Orwell o Koetsler.

 

 

 

Un siglo después -1917-2017-: Un legado entre escombros  (José Luis Mateos, 2017)  

Texto publicado originalmente en publico.es

Nadie consideraría razonable condenar la Revolución francesa por la evolución de la sociedad capitalista. En cambio, sí es habitual desacreditar la Revolución rusa desde los escombros dejados por el socialismo real, esa construcción política recreada por el estalinismo.
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La revolución rusa y la crisis de 1921 (Jesús Jaén, 2021)

“Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente que ya existen y les han sido legadas del pasado”     

Karl Marx , El 18 Brumario de Luis Bonaparte (1852)

 

Presentación

Este artículo está divido en dos partes muy diferenciadas. En la primera he tratado de dar mi opinión sobre algunos problemas teóricos surgidos del proceso de degeneración de la revolución. En particular la crítica a la teoría del socialismo en un solo país. En la segunda parte, me he centrado en el desarrollo de los acontecimientos que tuvieron lugar en 1921 desde un punto de vista crítico. Por último, hay una breve reflexión sobre el papel de la revolución de octubre y los revolucionarios. Continuar leyendo «La revolución rusa y la crisis de 1921 (Jesús Jaén, 2021)»

Hungría, octubre 1956: socialismo y libertad (Pepe Gutiérrez-Álvarez)

El estalinismo, que había salido reforzado con la victoria sobre el nazismo, y que se había extendido su poder en toda Europa del Este y China (1949), parecía haber llegado un punto de no retorno, a inaugurar una nueva era “socialista” que, entre otras cosas, reafirmaba su victoria histórica contra el “viejo” socialismo revolucionario y pluralista…Era una época en la que figuras como Trotsky llegó a parecer casi una figura arqueológica tanto como lo podía ser Aníbal, que había llegado hasta las puertas de Roma para retroceder hacia una muerte trágica y aislada. Sin embargo, ya a finales de los años cuarenta algo comenzó a cambiar. Con la “desviación titoista” tuvo lugar una primera ruptura, en países como Francia o Italia, el debate sobre los campos de concentración y la represión de la disidencia ya se habían hecho estables y movilizaban a un sector cada vez mayor de la intelligentzia de la izquierda, en 1953, tras la muerte de Stalin, tuvieron lugar las revueltas obreras de Alemania del Este, tres años más tarde,  el movimiento comunista se conmovía de pies a cabeza con las “revelaciones del XX Congreso del PCUS, y en Octubre de 1956 estallaba la revolución en Hungría, un país que en 1919 había vivido intensamente una repetición frustrada de la revolución de Octubre bajo la iniciativa de los consejos obreros… Continuar leyendo «Hungría, octubre 1956: socialismo y libertad (Pepe Gutiérrez-Álvarez)»

Los puntos -sobre las íes- de Negrín (Antonio Cruz González, 2006)

A Wilebaldo Solano

En las últimas semanas, con una profusión desacostumbrada de medios, se recupera la figura de Juan Negrín, presidente del Consejo de Ministros de la Segunda República Española. Así, aparece a bombo y platillo: una exposición fotográfica en la sala municipal de Conde Duque, en Madrid; un documental en La 2 de TVE, en horario de máxima audiencia, una biografía de Moradiellos, y un artículo, también de este autor, en el diario de mayor tirada.

No debía de extrañarnos esta profusión de eventos, y más cuando todos los colectivos que participamos en la Recuperación de la Memoria Histórica, nos quejamos habitualmente de la carencia de difusión, de expresión, de propaganda, en suma, de que disponemos. Pero hete aquí, que algo huele a podrido en Dinamarca. Algo que se calla, que no se atreve a sacar a la luz. Y es que esta respuesta hagiográfica del político republicano, proviene de unas fuentes, que durante toda la transición han callado sobre esta figura. Más aún, el partido al que ha pertenecido Juan Negrín, el Partido Socialista Obrero Español, mostrando una consecuencia de la que luego hablaremos, no sólo no se refirió a la controvertida figura, sino que además, debemos decirlo, lo ignoró por completo. Y no se podía ni buscar una foto de dicho personaje en la sede del partido, en Ferraz, al menos desde el punto de vista oficial.

Este hecho chocante, es paralelo a la trayectoria del político. Es evidente que si en verdad, se puede decir algo de Negrín es oportunista. No en el sentido insultante, sino en el sentido crítico. Así algunos de los que presentan, hoy día en los medios citados, su figura se refugian en ese oportunismo. Primero, porque demagógicamente conocen que sus públicos no están puestos al día en Memoria Histórica; acontecer que ya se han encargado ellos mismos, cuando iniciaron la Transición, de ocultar, para que las generaciones no lo supiesen, evidentemente, tras el miedo, nuevamente, del oportunismo histórico.

Y segundo, porque así se suman al carro de la Recuperación de la Memoria, comenzando la casa por el tejado. Es decir, recuperamos algo, para que no se recupere lo que interesa. Recuperamos a los muertos, pero no a los vivos. Recuperamos parcialmente, pero no totalmente. Y no tienen ningún pudor en recuperar a alguien que no pasó por el mundo como socialista, precisamente. Y pueden ustedes utilizar cualquier acepción del socialismo, socialdemocracia incluida.

Porque el flaco favor que le hizo a la Historia, Juan Negrín, fue ser compañero de viaje en una primera etapa del camarada Stalin, y bien digo Stalin, que no digo comunismo. Porque José Stalin, cuando comerció, pasteleó y persiguió a sus enemigos, con la colaboración activa de Negrín, había dejado de ser comunista. A lo mejor nunca lo fué. Pero desde el momento en que comenzó a procesar bolcheviques, a asesinar a sus compañeros del 1917, a no ayudar a los verdaderos revolucionarios mundiales, sería político, pero comunista no.

Sus hagiógrafos (los de Negrín me refiero), hoy día, no sabiendo que hacer en su defensa dicen, entre otras lindezas, que a Juan Negrín lo eligió Azaña. Que no fue el PCE, ni el KGB. Estos inocentes historiadores piensan que los que estudiamos sus textos, o leemos sus libros, nos estamos chupando el dedo. Pues claro que cuando se hace una jugada política, se hace “institucionalmente”. ¿O piensan estos señores que iban a llegar Rosemberg, Orlof, Vidali y compañía, a las Cortes con metralletas, en nombre del papá Stalin, a obligar a firmar el nombramiento de Negrín?. ¡Señores!, las cosas en política son más sutiles. Primero se dá el golpe de Estado contra la Revolución. Primera presión: Se provoca el conflicto armado contra POUM y FAI, intentando entrar en la Telefónica de Barcelona con las armas en la mano. Era fácil una provocación. Saltan las barricadas en las calles. Es mayo de 1937. La persecución staliniana está perfectamente documentada. La infiltración en la Generalitat para echar a anarquistas y poumistas, apoderándose del espacio político, perseguir el trostkysmo y por si fuera poco, ¡sirviéndose de los cenetistas en el poder: Montseny, Peiró y compañía!. Todo con el objeto doble de acabar con la oposición de izquierdas y con el protector Largo Caballero. De esta forma de un solo plumazo, en dos meses, mayo y junio de 1937, se elimina al POUM, verdadera paranoia de Stalin, se aparta de la lucha a los amigos de Durruti, a la Fai y a los cenetistas más revolucionarios, se eliminan las milicias populares, se quita del poder a Largo Caballero y se maquina la subida al poder de quién les baile el caldo. ¡El que paga manda!. Y el que pagaba, perdóneseme la expresión, era el que mandaba armas y asesores, o sea directamente Stalin, que éste no se andaba con delegaciones, sino para aparentar una institución soviética, que como se demuestra en el XX Congreso no era tal.

Negrín fue el clásico político, que por desgracia tanto ha abundado en nuestro país, pero también en el mundo, que la ambición y la oportunidad no es virtud española únicamente. Es decir de la cátedra al escaño. Y desde arriba, siempre desde arriba, sin contar con las bases, con los militantes de cualquier nivel, aprovechándose enormemente de la situación de guerra y caos alrededor, moviendo los hilos a su entender eliminando siempre al débil, y aliándose con el que estaba a su lado más fuerte.

La entrada en escena de este personaje comienza con un asesinato. No que lo hiciera él, pero que no le importó que se cometiera. Segunda presión: la persecución contra Nin. Le resbaló su secuestro y asesinato, con torturas incluídas; para él, en frase histórica, fue un muerto más del acontecer bélico. Ni siquiera se moletó en investigar si estaba muerto o sólo desaparecido. Es triste para nuestra República que sólo los ministros vascos, y católicos, nada sospechosos de trostkysmo, ni de comunismo heterodoxo, Zugazagoitia e Irujo, fueron los que intentaron mantener la legalidad republicana, persiguiendo la ignomina del KGB contra Nin y el POUM. Pero no fue suficiente. Arriba estaba el poder real staliniano y el poder de paja del doctor Negrín.

Nos dice Beevor que “la pugna entre los comunistas y los socialistas moderados (Prieto, sobre todo) por un lado, y los caballeristas, los anarcosindicalistas y los poumistas, por otro, (se refiere de noviembre 36 a marzo 37) estaban alcanzando cotas peligrosas no sólo en las cuestiones organizativas de la estructura militar de la República, sino también en el Gobierno, la retaguardia y la misma línea de fuego. Aún quedaban anarquistas convencidos de que a Durruti lo habían matado los comunistas….”. Esto era un hecho.

Otro hecho era que ya el POUM, con su periódico “La Batalla” había sido el primero en denunciar los crímenes de Stalin sobre los bolcheviques en los Procesos de Moscú. Ya en septiembre de 1936 se había realizado la ejecución de Zinoviev y Kamenev y siguieron todos los demás. Sólo escapó la bolchevique Alexandra Kollontai, y no sabemos si esto se debió a algún problema freudiano de José Stalin, porque fue la única bolchevique que no sufrió purgas. Creo recordar que se le asignó una embajada en Suecia.

Creo que es necesario fijarnos, otra vez, en las palabras de Beevor: “En la reunión del Consejo de Ministros del 13 de mayo, el ministro comunista Uribe, siguiendo las órdenes de Moscú, pidió la supresión del POUM y la detención de sus dirigentes. Largo Caballero se negó diciendo que no ilegalizaría un partido de la clase obrera contra el que no había ninguna prueba. Los ministros anarquistas lo apoyaron y acusaron a los comunistas de provocar los hechos de Barcelona”.

Por lo tanto, la subida al poder de Negrín no fue inocente. Subió porque iba a defender los intereses de los más poderosos. Evidente que Negrín no era revolucionario, creemos  con toda fe que tampoco era socialista, y mucho menos comunista. ¿Qué queda entonces? ¡Oportunista!.

Y sigue Beevor reflejando el clima que se respiraba: “Los comunistas se habían aproximado a Negrín a finales del año anterior (recordamos: después del asesinato de Durruti) y conocían su disposición a aceptar el cargo de jefe de Gobierno. Prieto y los republicanos liberales apoyaron también la candidatura de Negrín y el presidente Azaña le encargó (no podía ser de otro modo en la legalidad republicana), con un suspiro de alivio (Prieto no quería serlo, este dato será  históricamente digno de ser investigado), que formara gobierno el 17 de mayo”.

Pero la denuncia de todo lo expuesto no fue callada. En cuanto se supo el nombramiento de Negrín, la CNT recuperó su discurso: “Se ha constituído un gobierno contrarevolucionario”. Y Beevor cita que se apostó por una forma de gobierno que Negrín y los comunistas llamaron de “democracia controlada”. Ya saben los lectores lo que implica que la democracia lleve apellidos. Franco a lo suyo lo denominó “democracia orgánica”.

No en todo vamos a estar de acuerdo con Beevor. Practica con Negrín una apología de la necesidad de la defensa de la ley y el orden, de la mano dura, que Negrín era bien visto por Churchill…¡Otra gracia!. Ahora se cita que Negrín era el “Churchill español”. Veamos bien quién fue Churchill. Ni más ni menos pactó con Franco, a pesar de alemanes e italianos. Le tuvo cogido por sus atributos. Siempre me pregunté por qué Franco, aprovechándose de la ayuda de Hitler y Mussolini, no había invadido Gibraltar. En el libro “Churchill y Franco”, de Richard Wigg, se nos explica que el premier británico había dispuesto una flota con 40.000 hombres, y le había hecho saber al pequeño dictador español que si tocaba Gibraltar que se olvidara de las Canarias. Éstas estaban lejos de la línea de actuación hitleriana, y muy indefensas, y por supuesto el Caudillo no estaba nada dispuesto a enfrentarse a la flota británica. Esta postura de fuerza, unida a la labor de los servicios secretos británicos y a los comerciales también, que desviaron la venta de wolframio a través de terceros interpuestos, para la industria de guerra británica y americana, hizo que al final, como si de una bella pareja cinematográfica se tratase, Churchill y Franco fueran “compañeros de viaje”. Pues si ese es el ejemplo para llamar a Negrín el “Churchill español” flaco favor le hace.

Pero ya sabemos que la Historia o mejor dicho la explicación burguesa de la Historia se basa en el encumbramiento personal del personaje. Y aquí no me queda más que hacer un agradecimiento a Wilebaldo Solano, militante octogenario del POUM, que me dió la clave del pensamiento. En efecto, en la presentación hace algunos años, de su libro “El POUM en la Historia. Andreu Nin y la revolución española”, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, citaba que para observar con una cierta honestidad la toma de decisiones en ciertos momentos de la Historia o de la política, cabría preguntarse si la solución tomada sirve para “la explotación del hombre por el hombre”.

Esta frase me ha ayudado mucho en la vida. La ordinaria, la política, la laboral, la sindical, etc. Porque es cierto que cuando, como el caso de Negrín, se llega al poder en el momento en que se pretende descabezar al movimiento obrero, alejando sindicalistas, y poumistas, reprimiéndoles, creando instituciones para perseguirlos, descabezando las milicias, no para hacer un ejército popular, como continuamente se ha justificado, sino para apartarlas de la lucha y de las armas, entonces es evidente que las acciones que se han promovido no eran con la voluntad de acabar con el fascismo, sino de la persecución de sus rivales republicanos. Y en vez de promover una democracia, con las fuerzas del Frente Popular, obrera y solidaria, se persiguió a una parte, siendo juguete de intereses ajenos, porque con esta decisión, tampoco logró lo que pregonó como consigna: “resistir es vencer”.

El 16 de junio de 1937 se realiza la detención, secuestro y posterior desaparición de Andreu Nin, el pensador, con mayúsculas, más importante del marxismo español. El hombre que vivió con los revolucionarios del 17, que introdujo en España la literatura de los mejores escritores rusos, la traducción al catalán de los mejores títulos, literarios y políticos, el hombre que luchó aisladamente en la Generalitat, con resultado exitoso por la imposición de los Tribunales Populares con garantías jurídicas. El hombre que conoció a Trostky, que trabajó con él, que llegó a debatir con él. Pero esta historia que han desarrollado biográficamente historiadores tan importantes como Pelai Pagés, (“Andreu Nin: su evolución política. 1911-1937”, entre otros libros) no la vamos a tratar aquí. Sólo dejar constancia que no se movió un dedo, para averiguar la verdad y para salvaguardar la garantía jurídica que no sólo Nin, sino cualquier ciudadano merece. Y esa persona que cometió tamaña tropelía y omisión se llamó Juan Negrín.

El 22 de junio el gobierno Negrín crea los Tribunales de Espionaje y Alta Traición. Su objetivo juzgar a los militantes del POUM por traición a la República y apoyo al fascismo.

Dice Beevor: “Con la distancia que da el tiempo sobre el ambiente sobre los procesos de Moscú o de España en 1937, se nos hace difícil entender cómo alguien pudo creer las acusaciones de fascismo que se lanzaron contra el POUM y cómo el gobierno de la República no puso fin a la guerra sucia que llevaron a cabo los stalinistas contra los seguidores de Nin, a quienes secustraron, torturaron y ejecutaron en una muerte anónima. Hasta Prieto, que había ayudado a Negrín y los comunistas contra Largo Caballero, empezó a volverse en su contra.”

¿Por qué el gobierno no puso fin a la guera sucia….? se pregunta Beevor en el párrafo anterior, pues es bien claro, por que el presidente de ese gobierno ¡se llamó Negrín!.
¡Por sus hechos los conoceréis! Para sus hagiógrafos esto fue una pequeña mancha que se justifica con la ley y el orden. Ley y orden que implica la explotación del hombre, que hablaba Wilebaldo.

Por cierto, en los procesos abiertos contra el POUM nunca se pudo probar que fueran traidores a la República, ni que espiasen a favor del el fascismo.

Esos dos puntos negros, muy negros, de Negrín, es decir la desaparición de Nin, y la persecución del POUM, con el descabezamiento de las milicias populares, y la desaparición de todo lo que oliera a obrero del gobierno, no fueron despistes de un político burgués. Es una línea cuya trayectoria se va haciendo cada vez más confusa.

En esta confusión, se argumenta que la despedida de las Brigadas Internacionales en Barcelona el 28 de octubre, fue otra maniobra de Negrín para obligar a Franco que también despidiera a las tropas alemanas e italianas. Maniobra que realmente fue un desastre. Se fue la flor y nata de los voluntarios internacionales, pero no se fueron los del otro lado. Es decir, se fueron 10.000 italianos, para reemplazarlos por aviación y artillería que a Franco le venían mejor. Un paripé auspiciado por Negrín, que en la Sociedad de Naciones el 21 de septiembre de 1938, anuncia la retirada de voluntarios internacionales y sugiere la creación de una comisión internacional que supervise el proceso en los dos bandos. Magnífica jugada de un político profesional, en la que no se consigue ningún logro, pero resulta muy apreciado por quienes le escuchan, admirando su talante como político. ¡Valiente burla para una República en guerra!

El día siguiente 22, comienzan los procesos contra el POUM en Barcelona. La cortina de humo de la Sociedad de Naciones muy oportuna para velar basuras internas. Hoy mismo, 15 de noviembre de 2006, Bush que acaba de perder el poder en el Congreso y el Senado, que pasa a manos de los demócratas, emprende un viaje internacional a Viet Nam, que nadie le ha pedido, para tapar la derrota en las urnas y no afrontar el escándalo de la guerra de Irak, y su terminación, como le exigen los demócratas estadounidenses. ¿Les suena?. Utilizar la política internacional para tapar los problemas nacionales no es de ahora. Mientras el pueblo, el de la República ayer, el de Irak hoy, sigue muriendo, sigue sufriendo injusticias….¡y los hagiógrafos cantan las virtudes ante los dioses, de sus protegidos!

Podríamos seguir haciendo una investigación, pero es que el personaje no lo aguanta.
Ya Victor Alba, en el año de su fallecimiento, se atrevía a decir: ¡fijaros que no se ha escrito nada sobre Negrín!. Lo decía con el amargo gusto de quién sabe que no se deben escribir mentiras. El mismo escribió, de forma paradójica, en debate con Jackson, sobre Negrín. Y es que es díficil trasmitir bondades, de quién no tuvo ningún reparo en no hacerlas.

Las dos gotas que colmaron el vaso de la ignominia, sin mencionar la JARE, la enemistad con Prieto, la labor de zapa con la República en el exilio, etc., etc. son, para mi forma de ver las cosas, de una estulticia que no resiste comentarios: la primera, argumentar el apoyo a Franco, en 1948, para entrar en el Plan Marshall, debido a que España así saldría de la miseria. Que sería como pedir a los demonios que hagan el bien ya que a fin de cuentas, son ángeles. O que la paella que a mí me gusta, no tenga granos.

El otro caso, el de querer funcionar de buen administrador español envíandole al dictador las cuentas, junto con la documentación, del llamado “oro de Moscú”, y en qué se había gastado. Es decir la Contabilidad del niño bien aplicado que pretende buena nota de su maestro.

Querer pactar con Franco, cuando éste no sólo no estaba dispuesto a hacerlo, sino que seguía matando republicanos hasta el fin de su vida, y que además despreciaba su existencia, es una burla tal para la Historia que recordar el nombre de Negrín con orgullo es portar una gruesa venda sobre los ojos.

No hay palabras para juzgar estos hechos. Una cosa es recuperar la Memoria Histórica y otra muy distinta defender lo indefendible. La República no fue perfecta. Fue legítima, y no mereció el trato que se la dió, ni por los golpistas ni por los oportunistas.

Antes de concluir, sé positivamente que este artículo levantará ampollas. No es un artículo ni contra el comunismo, ni contra el socialismo. A lo largo de la Historia ha habido personas y entidades que han intentado apoderarse del carro de Clio, en su provecho, en su propio beneficio, en el individual y en el de su camarilla. Han pasado por encima de los intereses democráticos incluso de sus propios militantes, de sus simpatizantes, han ayudado en suma al enemigo. Han luchado contra su clase, por su ambición, por su orgullo.

Creemos sinceramente que conviene exponer sus casos, pero nunca recordarlos como mérito. El recuerdo es algo cariñoso, emotivo, que trae enseñanza, que ayuda. El caso de Negrín es un caso para olvidar… ¡voluntariamente!

Noviembre 2006.

Bibliografía esencial para este artículo:

Victor Alba y Gabriel Jackson. Juan Negrín. Cara y Cruz. Ediciones B 2004.
Anthony Beevor. La Guerra Civil española. Crítica. 2005.
Ted Grant. Rusia. De la revolución a la contrarrevolución. Fundación Federico Engels. Madrid. 1997.
Ignacio Iglesias. Experiencias de la  revolución. Fundación Andreu Nin y Laertes. 2003.
Pelai Pagés. Andreu Nin: su evolución política (1911-1937). Ediciones Z. 1975.
Wilebaldo Solano. El POUM en la historia. Andreu Nin y la Revolución Española. Ediciones La Catarata. 1999.
Richard Wigg. Churchill y Franco. Debate. 2005
José María Zavala. En busca de Andreu Nin. Plaza y Janés. 2005.

  Edición digital de la Fundación Andreu Nin, diciembre 2006

Els estalinistes del PCE i del PSUC: l´assassinat d´Andreu Nin i les persecucions contra els comunistes del POUM (Miquel López Crespí)

(I)

Imaginava que, a aquestes alçades de la història, el fet històric de la complicitat absoluta de la direcció estalinista del PCE i del PSUC amb la GPU soviètica i els botxins enviats per Stalin per a matar Andreu Nin era quelcom que ja no s´havia de discutir per l´abundor de proves històriques que hi ha al respecte. Però sembla que l´amic Pere Meroño no coneix l´amplíssima sobre la matèria publicada d’ençà fa més de quaranta anys a Catalunya i l´Estat espanyol. La majoria són llibres que els marxistes de finals dels seixanta i començaments del setanta llegíem i estudiàvem en els seminaris de formació o, simplement, per curiositat històrica. En referència als assassinats de comunistes del POUM i anarquistes de la CNT-FAI en els Fets de Maig de 1937 George Orwell ens va deixar aquella meravellosa i instructiva obra titulada Homenatge a Catalunya que demostra, sense cap mena de dubtes, el paper dels estalinistes espanyols i catalans, és a dir, del PCE-PSUC, en la repressió dels anarquistes i comunistes del POUM. És una obra bàsica, bona de llegir, instructiva, un document bàsic per a conèixer aquella època històrica, que sembla que no ha llegit Pere Meroño, o que no en recorda el contingut. Aquesta obra clàssica per a copsar el paper nefast de l´estalinisme en temps de la guerra civil es pot ampliar si hom ho desitja amb aportacions com la de John Langdon-Davies, La setmana tràgica de 1937. Els Fets de Maig (Barcelona, Edicions 62, 1987). Però malgrat la documentació nova que aporta, no supera ni de bon tros la famosa Homenatge a Catalunya d´Orwell. Així i tot és necessari conèixer-ho tot al respecte.
El paper sinistre en la criminalització dels antifeixistes del POUM i la CNT i la part que els estalinistes tengueren en l´assassinat d´Andreu Nin, Camillo Berneri i centenars d´anarquistes i poumistes és documentat en nombroses obres de l´historiador Víctor Alba, concretament en El marxisme a Catalunya (Barcelona. Editorial Pòrtic, 1974), obra composta pels volums Història del BOC, Història del POUM, Andreu Nin i Joaquim Maurín.
L´Editorial Ruedo Ibérico, famosa a les darreries del franquisme per les eines imprescindibles de recerca que posava al nostre abast, publicava una documentació precisa quant als elements de l´estalinisme espanyol que, fent de sicaris de la policia política soviètica, treballaren activament en la criminalització de la CNT-FAI i també del POUM. El llibre, eina bàsica per a copsar el paper del PCE en l´assassinat i persecució dels revolucionaris de l´Estat espanyol que no obeïen a Moscou és de l´historiador Andrés Suárez i porta per títol El proceso contra el POUM: un episodio de la Revolución Española. Moltes de les conclusions de l´historiador Andrés Suárez són confirmades per Frank Mintz i Miguel Peña en la recopilació de textos que es publicaren durant els Fets de Maig de 1937; textos, la majoria dels quals són signats per «Los Amigos de Durruti», el grup que s´enfrontà al PCE-PSUC i es distingí en la defensa dels perseguits, torturats i assassinats pels estalinistes. El llibre Los amigos de Durruti, los trotsquistas y los sucesos de Mayo va ser editat per Campo Abierto Edicions, a Madrid, l´any 1978.
Recentment, el col·lectiu de recerca històrica «La Trinxera» ha estudiat l´assassinat d´Andreu Nin i ha publicat les seves conclusions en el web de la Fundació Andreu Nin. El treball porta per títol «La desaparició d´Andreu Nin» i confirma que Nin, després de ser segrestat a Barcelona el 16 de juny de 1937, va ser traslladat primer a València i posteriorment a una txeca estalinista del PCE, la mansió dels aristòcrates i menbres de la direcció del PCE Ignacio Hidalgo de Cisneros i la seva dona Constanza de la Mora (néta del que va ser primer ministre conservador durant la monarquia, Antonio Maura). Tots els historiadors esmentats confirmen com els estalinistes espanyols treballaven en estreta unió amb la policia política d´Stalin per a portar endavant la seva tasca criminal contra els revolucionaris de l´Estat espanyol. Exestalinistes destacats, com el tèrbol Enrique Castro Delgado, n´han parlat a Hombres Made in Moscú, llibre publicat per l´editorial antimarxista Luis de Caralt, a Barcelona. l´any 1963. Més recent és l´estudi dels crims estalinistes a l´Estat espanyol descrits pel dirigent de la IV Internacional Arturo Van den Eynde (l´Aníbal Ramos de la clandestinitat) Aquest estudi es pot trobar en el llibre El proletariado contra la ´Unión Sagrada. Anti-Carrillo (Madrid, Crítica Comunista, 1980), concretament a les pàgines 117-140.
Per a copsar tota la misèria estalinista contra els revolucionaris de la CNT i del POUM, per a entendre amb profunditat el perquè dels assassinats d´anarquistes i poumistes, per a copsar el significat autèntic de la Revolució iniciada en la zona republicana el 19 de juliol del 36, és recomanable l´estudi d´algunes obres imprescindibles de Pelai Pagès, concretament Andreu Nin: su evolución política (1911-1937), i l´obra de Francesc Bonamusa, aquell famós llibre que edità Anagrama l´any 1977, Andreu Nin y el movimiento comunista en España (1930-1937).
Com deia al començament d´aquesta nota, la bibliografia que hem consultat d´ençà els anys seixanta i setanta és tan extensa que no es pot resumir en aquestes breus retxes. En la història de Burnet Bolloten La Revolución Española: sus orígenes, la izquierda y la lucha por el poder durante la guerra civil 1936-1939 (Barcelona, Editorial Grijalbo, 1980), i en el capítol ´entre d´altres- «Catalunya: revolución y contrarevolución» (pàgs. 515-558) podem seguir pas a pas les campanyes de «Mundo Obrero» (portaveu del PCE), de Santiago Carrillo, la Passionària, José Díaz i tota la plana major dels companys de viatge de la policia secreta d´Stalin, quant a criminalitzar i demanar l´extermini del POUM i d´Andreu Nin. Les hemeroteques serven la memòria històrica d´aquesta incitació diària al crim. Mai, cap dirigent del PCE-PSUC ha demanat perdó per aquests crims comesos contra els revolucionaris de l´Estat espanyol!
Com he dit al començament d´aquest escrit, imaginava que, amb tanta abundor de materials, amb la investigació al respecte de què ens forneix dia a dia la Fundació Andreu Nin, debatre sobre la responsabilitat del PCE-PSUC en l´assassinat d´Andreu Nin, Camillo Berneri i tants de revolucionaris antiestalinistes seria cosa del passat, ja no tenia sentit. Veig que anava errat. Negar el paper dels estalinistes espanyols del PCE-PSUC en aquests assassinats és com negar l’assassinat de Trotski per part del militant del PSUC Ramon Mercader, assassí que actuà a les ordres de la policia política d´Stalin. Caldria no aferrar-se a la «darrera línia de defensa» segons la quals els del PCE-PSUC anaven enganyats i tota la culpa la tengueren els soviètics.
Entre la nombrosa informació existent que pot documentar la participació dels estalinistes espanyols i catalans del PCE i del PSUC en la persecució i criminalització dels «trotskistes» del POUM podríem destacar, com ja hem escrit en altres articles, el famós llibre de George Orwell Homenatge a Catalunya (Barcelona, Edicions Ariel, 1969), i també Andreu Nin y el movimiento comunista en España (1930-1937) (Barcelona, Anagrama, 1977) de Francesc Bonamusa. Ambdós llibres ens informen extensament del paper criminal de les direccions del PCE i del PSUC en les campanyes de difamació contínua dels militants del POUM mesos abans de la detenció i assassinat d´Andreu Nin i de la il·legalització i empresonament de moltíssims militants del POUM, posteriorment. Abans dels sangonosos esdeveniments dels Fets de Maig del 37 a Barcelona, l´atac contra les conquestes revolucionàries del 19 de juliol, l´intent del PCE-PSUC d’acabar amb les col·lectivitzacions, el poder de les milícies, l´autogestió obrera a les fàbriques, ja s´s’han donat nombrosos assalts de militants del PCE a les seus del POUM, com informa Francesc Bonamussa. Com explica Jordi Arquer, dirigent primer del BOC i després del POUM, en el seu estudi «Objetivo: liquidar al POUM»: «Los hechos de mayo [1937] fueron una explosión espontánea de la clase obrera frente a la minimización y el debilitamiento de la revolución, de las conquistas revolucionarias. Esto se avenía con la política de la URSS que no quería el triunfo de la revolución. […] Andreu Capdevilla, presidente del Consell d´Economía de Catalunya, me dijo en una ocasión, ya en el exilio, que los partidos burgeses y el PSUC querían deshacer las colectivizaciones incluso quince días antes de entrar en Barcelona los nacionales.
´Ni la URSS ni su internacional comunista han podido nunca admitir la existencia en ningún lugar del mundo de partidos comunistas no oficiales, es decir, que no dependieses o que no estuvieses adscritos a la III Internacional. […] Pero nuestro caso [l´existència del POUM], el de Cataluña, era para dirección de la III Internacional un problema. Porque siempre, desde la creación del Partit Comunista Català había sido más fuerte e influyente en todos los aspectos de la vida pública (sindical, política, etcétera) que el partido oficial dependiente de Moscú. No podían admitir que hubiera un partido comunista más fuerte que el oficial y menos aún cuando en este país se había declarado una revolución. Tras los primeros tiempos de desorientación, al comienzo de la guerra, el PCE decide apoyar la creación de una república parlamentaria de nuevo tipo y esta será su consigna durante toda la contienda. Para ellos la guerra era un problema de antifascismo, no de revolución. Su actitud era contrarrevolucionaria, por eso iban contra las colectivizaciones y todo lo que significara un apoyo a la revolució. Eran objetivamente unos aliados de Franco porque también este iba contra la revolución social y el derecho de las nacionalidades ibéricas a su independencia».
La campanya contra els «perillosos elements trotskistes» ja fa temps que ha començat a l´URSS. Importantíssim per a copsar tota la brutalitat del règim estalinista és el llibre de l´historiador francès Pierre Broué titulat Los procesos de Moscú (Barcelona, Anagrama, 1969) on, estudiant com es va ordir i muntar l´empresonament i posterior assassinat de la vella guàrdia bolxevic que juntament amb Lenin i Trotski havia fet la Revolució d´Octubre ´parlam de la liquidació de Georgi L. Piatakov, Karl Radek, Grigori I. Sokólnikov, Leonid P. Serebriakov, Nikolai I. Muràlov, E. Zinóviev, Lev B. Kàmenev, Ivan N. Smirnov… –, podem entendre el que el PCE i el PSUC ordien per als revolucionaris del POUM. Cap a l´any 1997, l´historiador Josep Termes, en el pròleg al llibre de Francesc Bonamusa recomanava uns quants llibres dels publicats aleshores, imprescindibles quant a assabentar-se del rerefons dels sagnants Fets de Maig de 1937, l´assassinat de Camillo Berneri i Andreu Nin i de centenars de militants revolucionaris d´aquella època. Josep Termes situa, d´entre d´altres, les obres de: Víctor Alba (El marxisme a Catalunya. 1919-1939, 4 vols., Barcelona, 1974-1975); Andrés Suárez (El proceso contra el POUM., París, 1974); Manuel Cruells (Els Fets de Maig, Barcelona, 1970); Julián «Gorkin» (El proceso de Moscú en Barcelona. El sacrificio de Andrés Nin, Barcelona, 1974); Wilebaldo Solano («Assaig biogràfic», en la reedició del llibre de Nin Els moviments d´emancipació nacional, París, 1970) i el de Juan Andrade Prefacio a Andrés Nin. Los problemas de la revolución española 1931-1937, París, 1971). Termes hi afegeix igualment l´important llibre de Burnet Bolloten La revolución española. Las izquierdas y la lucha por el poder, editat a Mèxic el 1962, el de G. H. Meaker The Revoluctionary Left in Spain 1914-1923 publicat a Stanford el 1974 i el de Pelai Pagés Andrés Nin. Su evolución política 1911-1937 publicat a Barcelona el 1974.
Tot aquest material, juntament amb les edicions de nous títols i amb les investigacions de la Fundació Andreu Nin ens permet anar reconstruint el paper del PCE i el PSUC en el suport a la policia política de la burocràcia estalinista. Hi havia un seguidisme absolut envers les directrius emanades de Moscou per part de José Díaz, Dolores Ibárruri «La Pasionaria», Santiago Carrillo, Enrique Líster, Ignacio Gallego i els dirigents del PSUC era absolut. Cap divergència amb els elements de la Internacional enviats per Stalin per perseguir els revolucionaris de l´Estat espanyol i els sequaços del PCE-PSUC que els fan costat. Si les campanyes del PCE i del PSUC contra els «contrarevolucionaris del POUM» eren ferotges abans dels Fets de Maig del 37, de seguida que cessaren els trets es començà a preparar l´extermini i els processos ´que pensaven que serien com els de Moscou- contra els dirigents del POUM. N´informa extensament Francesc Bonamussa en el llibre Andreu Nin i el movimiento comunista en España (1930-1937) (Op. Cit., p. 373-383). A tall d´exemple volem reproduir aquest petit fragment del llibre per a copsar tota la profunditat sectària dels estalinistes espanyols i catalans que, finalment, portarien a l´assassinat de Nin i a l´empresonament, a les txeques del PCE a València i Madrid i del PSUC a Barcelona, de centenars de militants revolucionaris de la CNT i del POUM. Bonamussa explica: «En efecto, en su discurso del 9 de mayo en el Cine Capitol de Valencia, después de acusar a los trotskistas de contrarevolucionarios y agentes del fascismo, se dedicó a resumir el proceso realizado en Moscú, utilizando incluso términos manejados por Stalin o Manulilski. ´Todos los obreros ´afirma Díaz´deben conocer el proceso que se ha desarrollado en la URSS contra los trotskistas. Es Trotski en persona el que ha dirigido a esta banda de forajidos descarrilando los trenes en la URSS, practicando el sabotaje en las grandes fábricas, haciendo todo lo posible por descubrir los secretos militares para entregarlos a Hitler y a los imperialistas del Japón. Y cuando esto ha sido descubierto en el proceso y los trotsquistas han declarado que lo hacían en combinación con Hitler, con los imperialistas del Japón, bajo la dirección de Trotski, yo pregunto: ¿es que no está totalmente claro que eso no es una organización política o social con una determinada tendencia, como los anarquistas, los socialistas o los republicanos, sino que el trotskismo debe barrerse de todos los países civilizados, si es que de verdad quiere liquidarse a esos bichos que, incrustados en el movimento obrero, hacen tanto daño a los propios obreros que dicen defender´ […] Ante la elocuencia de las palabras de José Díaz, sólo merece destacar que los ataques del PCE al POUM fueron ´increscendo´, Mundo Obrero, órgano central del PCE, combatió constantemente al POUM y exigió su disolución. Las acusaciones de trotskistas-fascistas, de ´nidos de fascistas a sueldo de los centros de espionaje alemanes´, o de ´verdaderas guerrillas de nuestra retaguardia´ son constantes. Mundo Obrero incluso ataca a órganos de premsa y dirigentes de la CNT que defienden al POUM, como Castilla Libre o Juan López».
Però la implicació dels estalinistes espanyols del PCE-PSUC en la persecució, criminalització i posterior assassinat d´Andreu Nin i molts militants de la CNT i el POUM no acaba amb aquestes campanyes contínues d´intoxicació dels pobles i sectors populars de l´Estat espanyol. Els defensors actuals de l´estalinisme i neoestalinisme espanyol i català afirmen que no hi ha cap prova concreta de la implicació de la direcció del PCE-PSUC en l´assassinat de Nin i que tota la responsabilitat recau damunt la policia política soviètica que operava a l´estat espanyol. Concretament el famós Aleksandr Orlov, l´agent de la NKVD. Totes les acusacions recauen damunt seu per tal de fer perdonar els estalinistes nostrats que li donaren suport des de llocs de comandament estalinista a la policia espanyola. Segons aquesta teoria exculpatòria, Santiago Carrillo, José Díaz, Ignacio Gallego, la Pasionaria, Pere Ardiaca, tots els dirigents estalinistes espanyols i catalans que eren al servei dels agents de Stalin a la guerra, eren «innocents» perquè «mai no saberen res de les operacions de la NKVD soviètica». Amb aquesta ximpleria, simple demagògia sense cap mena de fonament, la pretesa «ignorància» dels estalinistes espanyols i catalans del que feia i ordia la NKVD, pensen que ho tenen tot solucionat. Però s´equivoquen els que escampen fum per amagar la veritat. Avui dia, amb tota la documentació que hi ha publicada al respecte, pel nombrós material de què que ens forneixen escriptors, investigadors i historiadors –basta pensar en Víctor Alba, Francesc Bonamusa, Pelai Pagès, George Orwell, Burnet Bolloten, Wilebaldo Solano, Jordi Arquer, Abel Paz, el Col·lectiu «La Trinxera», Maria Dolors Genovés, Victor Serge, Antonio Rubira León, per dir solament uns noms– sabem de l´estreta relació entre els agents de Stalin, el PCE, el PSUC i la Direcció General de Seguretat republicana. Evidentment, qui comandava en darrera instància eren els delegats de la Internacional estalinista, però els Orlov, Erno Gerö («Pedro»), Palmiro Togliatti, Vittorio Codovila, Andreu Marty, Luigi Gallo i tots els altres, res no haurien pogut fer sense el suport actiu proporcionat en tot moment per les direccions del PCE-PSUC. I en el cas de la detenció i posterior assassinat d´Andreu Nin cal recordar, com diu Francesc Bonamussa en Andreu Nin (pàg. 376): «Logicamente, estos últimos [fa referència als delegats de Stalin] tenían unos lazos de relación con los servicios secretos del gobierno republicano que debían mantenerse a través de la Dirección General de Seguridad, regentada, en junio, por el coronel Ortega, ligado al PCE».

(II)

La principal «línia de defensa» dels estalinistes i neoestalinistes catalans i espanyols quant a «perdonar» la seva intervenció en l´assassinat d´Andreu Nin, Camillo Berneri i tants i tants de revolucionaris és donar les culpes a la NKVD soviètica. Com si les direccions de l´estalinisme espanyol i català, en aquest cas el PCE i el PSUC, no en sapiguessin res. Una mentida i una cortina de fum que no s´aguanta per part ni banda. Ningú mai no ha negat, i molt manco nosaltres, la implicació d´Orlov i els agents de la policia política soviètica en els assassinats i persecució dels comunistes catalans del POUM i els anarquistes de la CNT-FAI. Però negar el paper de la Pasionaria, Líster, Gallego, Díaz, Hernández i tots els altres, entre els quals alguns comandaments de l´exèrcit com el coronel Ortega i alts càrrecs i funcionaris del PCE i el PSUC amb palanques de poder al SIM, al comissariat de guerra, amb els sectors encarregats de les txeques estalinistes, no té lògica; i la documentació que cada dia surt a la llum enterra qualsevol intent d´amagar el fet com proven de fer els simpatitzants de l´estalinisme.
A tall d´exemple, entre les desenes d´historiadors que parlen de la repressió iniciada al Principat a ran dels Fets de Maig podem llegir el que diu la documentació dels «Amigos de Durruti» que han recollit Frank Mintz i Miguel Peciña en el llibre Los amigos de Durruti, los trosquistas y los sucesos de mayo (Madrid, Campo Abierto Ediciones, 1978). Diuen «Los Amigos de Durruti», que donaren suport al POUM i a la CNT-FAI en els Fets de Maig de 1937: «El camarada Berneri fue sacado de su domicilio y muerto a tiros en plena calle; treinta camaradas aparecieron horriblemente mutilados en Cerdañola; el camarada Martínez, de las Juventudes Libertarias, perdió su vida de una manera misteriosa en las garras de Checa, y un crecido número de camaradas de la CNT y de la FAI fueron vilmente asesinados, Hemos de recordar que el profesor Berneri era un culto camarada italiano de esta Italia antifascista que nutre las listas de deportación, los cementerios y los campos de concentración y a la par que sus camaradas antifascistas no podía permanecer en la Italia de Mussolini.
´Una intensa ola represiva siguió a estos asesinatos. Detenciones de camaradas por las jornadas de julio y de mayo; asaltos de sindicatos, de colectividades, de los locales de Amigos de Durruti, de las Juventudes Libertarias, del POUM.
´Un suceso ha de remarcarse. La desaparición y muerte de Andrés Nin. Ha transcurrido más de medio año y el Gobierno todavía ha de aclarar el pretendido misterio que rodea el asesinato de Nin. ¿Se sabrá algún día quien ha matado a Nin´».
Així i tot, un dels documents més importants en referència als Fets de Maig de 1937, a l´assassinat d´Andreu Nin i el paper del PSUC, del PCE, del POUM i la CNT en aquelles jornades és, sense cap mena de dubte, el famós Homenatge a Catalunya de George Orwell. Quant al significat de la guerra civil, al paper dels diferents grups d´esquerra en la guerra i la revolució, és igualment imprescindible la investigació de Burnett Bolloten La revolución española: sus orígenes, la izquierda y la lucha por el poder durante la guerra civil (1936-1939) (Barcelona, Grijalbo, 1980).
Aquest importantíssim estudi és una font inexhaurible d´informació tant pel que fa a la guerra civil, els partits d´esquerra com als problemes de la revolució a l´Estat espanyol, els Fets de Maig, el control de Moscou sobre el PCE i el PSUC. És bo saber l´estricte control que la Internacional Comunista tenia sobre el PSUC i sobre els seus dirigents fins a esdevenir titelles en mans del delegat de Moscou, l´agent «Pedro», és a dir Erno Gerö, ombra de Joan Comorera i tot el Comitè Executiu que era a les seves ordres. Com explica Burnet Bolloten (pàgs. 527-528 del llibre ans esmentat): «´Pedro´ ´el delegado de la Comintern, cuyo verdadero nombre era Erno Gerö, i quien, después de la Segunda Guerra Mundial, fue miembro del gobierno húngaro controlado por los soviéticos´ fue puesto al lado de Comorera, y de manera regular se enviaban a Barcelona, como directrices, a dirigentes comunistas españoles. […] ´Pedro´ dirigía al PSUC entre bastidores con energía, tacto y eficacia extraordinarios. Ejercía su vigilancia sobre Treball, el órgano del Partido, suavizaba las diferencias que surgían en el círculo interno del partido como resultado del nacionalismo catalán de algunos dirigentes y su resistencia a aceptar los objetivos centralistas de los comunistes españoles, dominaba en las reuniones del Comité Ejecutivo del Partido, inspeccionaba personalmente las secciones más pequeñas del partido, y, en suma, ejercía una estrecha y constante supervisión de casi todos los detalles».
És impressionant la quantitat de material que qualsevol persona interessada en aquestes qüestions pot trobar a Internet anant al web de la Fundació Andreu Nin. Pot ser que molts dels llibres que hem recomanat siguin mals de trobar però, com dic, basta consultar mitjançant el Geoogle els arxius de la Fundació i hom troba resposta a la majoria d´interrogants que pugui plantejar-se. Però tornant a la implicació directa d´alguns quadres del PCE-PSUC en les tortures i assassinat d´Andreu Nin, cal recomanar novament els quatre volums de Víctor Alba: El marxisme a Catalunya (1919-1939) (Barcelona, Editorial Pòrtic, 1974), obra composta pels llibres Història del BOC, Història del POUM, Andreu Nin i Joaquim Maurín. És precisament en el volum III, el que porta per títol Andreu Nin, on podem trobar una extensa documentació quant als dies finals de Nin i, el que és més important, un resum de les investigacions fetes fins a l´any 1974 quant a la participació dels serveis de la NKVD i de la direcció del PCE en els terribles fets de repressió que comentam. A la pàgina 240 del llibre s´hi troba la relació ´amb noms i cognoms– d´alguns dels torturadors i botxins espanyols que feien la feina bruta a Orlov i els seus agents. Com diu Víctor Alba, parlant de la documentació trobada fins aquells moments: «Alguns dels interrogadors no eran russos. En sabem els noms: Vicente Judez, un gendre del general Riquelme, i Armisen, delegat de la zona centre del Tribunal d´Alta traïció, Santiago Garcés, Tomàs Rebosam, Leopoldo Mejorada, Elíaz Díaz Franco, Juan Vidarte, que havien estat seleccionats per un dels caps de la polia, Francisco Ordoñez. […] Sembla que Vidarte s´espaordí i, perquè no parlés, el mataren. Garcés fou després un dels caps del SIM».
Com explica l´article «La desaparició d´Andreu Nin» del col·lectiu d´investigadors agrupats a «La Trinxera» (i que es pot trobar en el web de la Fundació Andreu Nin): «Segrestat a Barcelona [Andreu Nin] el 16 de juny de 1937 i traslladat després a València i Alcalà d´Henares, va ser torturat i assassinat en una mansió dels aristòcrates i membres del PCE Ignacio Hidalgo de Cisneros (cap de l´aviació republicana) i la seva dona Constanza de la Mora (néta del que va ser primer ministre conservador durant la monarquia, Antonio Maura). Els agents estalinistes que pretenien obtenir d´ell una confessió incriminatòria com agents de Franco dels membres del POUM, com la que havien aconseguit el 1936 de Zinoviev i Kamenev i havien tractat d´aconseguir al març de 1937 de Bujarin i Ríkov. […] Però Nin no ´va confessar´ i va defensar fins el final l´honor revolucionari dels seus camarades del POUM i els seus amics de Moscou. La resistència de Nin va desbaratar els plans dels organitzadors de la repressió contra el POUM».
La direcció del PSUC va ser activa en la campanya de criminalització del POUM preparant la població i els sectors de treballadors sota influència estalinista per a la repressió que es preparava. El paper de Treball, òrgan del PSUC, va ser decisiu en la tasca d´intoxicar els sectors antifeixistes i de preparar-los psicològicament per a l´extermini i persecució que s´anava ordint. Dia 25 d´abril de 1937, és a dir, pocs dies abans de l’inici de la repressió contra el POUM i la CNT, el diari del PSUC escrivia: «Los trotskistas […] saben que están definitivamente desacreditados entre las masas; saben que ahora las masas les reconocen como los enemigos más obvios de la clase obrera; saben que todo el mundo se da cuenta de que no sólo son asesinos ´como lo prueba el caso de Kirov [el líder comunista ruso, cuyo asesinato fue atribuido oficialmente a una conspiración trotskista]´sino saboteadores y partidarios de la guerra. Han visto que los obreros los rechazan, que les escupen en la cara, que les denuncian como a los más asquerosos de sus enemigos».
Amb aquestes campanyes bestials contra el POUM preparant l´ambient per a la repressió i l´assassinat d´Andreu Nin… com és possible que hi hagi defensors de l´estalinisme, de les direccions del PCE i del PSUC, que tenguin la barra de negar la col·laboració d´aquestes organitzacions amb els agents de la NKVD que assassinaren Nin, Berneri i els centenars d´antifeixistes desapareguts a les txeques estalinistes de Barcelona, València i Madrid´ Mai no s´havia vist tant de cinisme i tanta mala fe com demostren aquests encobridors dels fets.
I és que aquests moderns defensors de l´estalinisme i el neoestalinisme l´únic que fan és seguir la línia marcada pels dirigents del PCE i el PSUC d´ençà els anys de la guerra civil. Els Fets de Maig, la repressió contra el POUM, la il·legalització d´aquesta organització revolucionària, els desapareguts ´com Andreu Nin, com Camillo Berneri, entre molts d´altres´ no surten en els llibres que durant prop de quaranta anys han escrit els dirigents del PCE i del PSUC. I si surten són per exculpar el paper del PCE i per continuar criminalitzant el POUM i la CNT. En aquest aspecte no res d´aclaridor podem trobar en els llibres «beatíficos y edulcorantes o tendenciosos y poco fiables», com defineix l´historiador Josep Termes les memòries de diversos dirigents estalinistes espanyols en el pròleg al llibre de Francesc Bonamusa Andreu Nin y el movimiento comunista en España (1930-1937). Aquests llibres «beatíficos, edulcorantes y poco fiables», els mateixos que amaguen la memòria històrica de l´esquerra revolucionària de Catalunya i de l´Estat espanyol, són els de Dolores Ibárruri (El único camino, París, 1965), Juan Modesto (Soy del Quinto Regimiento. Notas de la guerra española, París, 1969), Enrique Líster (Nuestra Guerra, París, 1966), Antonio Cordón (Trayectoria, París, 1971), Montserrat Roig (Rafael Vidiella. L´aventura de la revolució, Barcelona, 1976), Jesús Hernández (La grande trahison, París, 1953), Valentín González «El Campesino» (Vida y muerte en la URSS, Buenos Aires, 1951), Castro Delgado (Hombres made in Moscú, Barcelona, 1963), M. Sánchez (Maurín, gran enigma de la guerra y otros recuerdos, Madrid, 1976) y J. «Gorkin» (El revolucionario profesional. Testimonio de un hombre de acción, Barcelona, 1975).
A tall d´exemple podem constatar el que «diuen» del POUM i d´Andreu Nin les memòries ´626 pàgines!´ de Dolores Ibárruri, la «Pasionaria», màxima dirigent del PCE en temps de la guerra civil. Com escriu l´historiador Antonio Rubira León en l´article «Historia de la memoria del POUM», que es pot trobar en el web de la Fundació Andreu Nin: «Veinte años después de la Guerra Civil, Dolores Ibárruri en su exilio estalinista, escribe un libro de memorias, El único camino, donde hace un ejercicio de autobombo personal permanente y se muestra muy satisfecha de sí misma, de su labor agitadora. Como dice Payne de ´apología personal´, Ibárruri en sus 626 páginas del libro no nombra a Andreu Nin en ningún momento. Pero no deja pasar la ocasión para seguir llamando fascista al POUM. No es de extrañar, ella estaba en las reuniones con Orlov cuando el asesinato de Nin».
Un altre dels volums que explica a fons la participació dels agents de Stalin i de la col·laboració dels estalinistes espanyols i catalans en la repressió contrarevolucionària anterior i posterior als Fets de Maig del 37 es pot trobar en el citat volum II d´El marxisme a Catalunya, la Història del POUM. Ja en la presentació del volum, l´historiador Víctor Alba ens adverteix: «En aquest volum han estat inclosos documents importants, el més notable dels quals és el text íntegre de la sentència contra el POUM dictada l´octubre de 1938 pel Tribunal Especial d´Espionatge i Alta traïció ´car els comunistes [Víctor Alba anomena ´comunistes´ els estalinistes ] imposaren per servir la seva política, que hi hagués jurisdiccions especials. Hi ha també diversos informes oficials sobre la persecució contra el POUM, assassinat d´Andreu Nin, la indiferència de Manuel Azaña, la submissió de Joan Negrín, la solidaritat de la CNT i el moviment independent internacional i la tossuderia dels poumistes a continuar essent ells mateixos, políticament, quan els envoltaven agents indígenes i estrangers de la NKVD soviètica. Es donen els noms dels torturadors d´Andreu Nin i dels assassins d´altres poumistes. L´autor, que tenia vint anys en els moments dels fets que relata ´no pas com a records personals, sinó amb imparcialitat d´historiador polític-, considera que pot ser objectiu perquè, tot i ser poumista, no tenia en el seu partit càrrecs importants que l´obliguin a justificar la seva actuació».
Uns anys abans de la seva mort, l´historiador Víctor Alba escrigué un article molt interessant i que palesa a la perfecció l´ambient que encerclava la persecució governamental i estaliniana contra els revolucionaris del POUM. L´article porta per títol «On és Nin´» i també es pot trobar en el web de la Fundació Andreu Nin. L´article, que reproduesc íntegrament a causa del seu interès, diu: «Aquell 16 de juny, a migdia, Andreu Nin ´camacurt, rabassut, cabells rinxolats i ulleres gruixudes´, arribà al local central del POUM, a les Rambles, al costat del cafè Moka. El milicià de guàrdia li digué que havia passat un militar i li havia advertit que hi havia ordre de detenir-lo. Però Nin no en féu cas. Potser pensà que Barcelona no era Moscou. Uns moments després, uns policies vinguts de Madrid es presentaren amb una ordre de detenció signada pel cap de policia de Barcelona, el coronel Burillo, nomenat poc abans per Negrín. Portaren Nin a la comissaria de la Via Laietana. Aquella mateixa nit se l´endugeren a Madrid. I ja mai més no se´n va saber res.
´Començà així la persecució contra el POUM. L´havien reclamada a crits, des de feia mesos, Carrillo, la Pasionaria i Pepe Díaz, que afirmaven que els poumistes eren agents de Franco. La calúmnia continuava encara, en boca de la gauche divine, durant la transició, però ara com a ´agents de la CIA´. Molts militants de base comunistes i psuquistes se la creien de bona fe i es convertiren, pensant complir un deure, en delators i confidents de la policia. Els dirigents del POUM foren detinguts aquell mateix 16 de juny i durant mesos hi hagué poumistes assassinats al front i donats oficialment i amb falsedat com a ´muerto cuando intentaba pasarse al enemigo´. Es formaren comitès de protesta a Anglaterra i a França, que enviaren comissions a investigar i reclamar. No aconseguiren que els diguessin on era Nin. Calgueren anys per aclarir les coses. El mateix ministre de la Governació, Julián Zugazagoitia, digué en les seves memòries que sospitava que s´havien endut Nin a l´URSS. En realitat, era en una presó privada de la NKVD a Alcalá de Henares. Allí el torturaren per aconseguir que firmés una confessió en la qual ell, els seus companys i sens dubte Largo Caballero, Companys i qui sap qui més, eren agents de Franco. Si l´haguessin obtinguda, el PCE i Moscou haurien tingut un mitjà per obligar els dirigents els noms dels quals figuressin en la confessió a fer el que Negrín, la Pasionaria i Stalin volguessin. Però Nin no signà res i morí sota tortura. Sembla que el seu cadàver fou enterrat en un camp prop d´Alcalá de Henares. Mai no s´ha cercat la tomba clandestina. Largo Caballero, en la vista del procés contra el POUM, digué que ´Nin nos salvó a todos´. Per cert que en aquest procés, a les darreries del 1938, els jutges reconegueren que el POUM i els seus dirigents tenien una clara i llarga història antifeixista i que d´agents de Franco, res de res. La intervenció d´agents soviètics al costat dels policies madrilenys, la frustració dels jutges republicans que tractaven de treure l´entrellat del cas, i la pretensió de Negrín que es cregués que Nin havia estat salvat per homes de la Gestapo (ni Azaña s´ho cregué), es conta molt gràficament a L´operació Nikolai, el programa de TVE de Dolors Genovès i Llibert Ferri que caldria veure de tant en tant per curar-nos en salut. Nin, que tenia realment més vocació d´intel·lectual que de polític i que, des de jove, entrà en la política sobretot per sentiment del deure, ajudà considerablement a depurar el català. Retornat de l´URSS, portava una llengua no contaminada per l´ús diari barceloní. Traduí les obres mestres de la literatura russa i els seus pròlegs són assaigs valuosos sobre aquesta literatura. Mentre intel·lectuals anglesos i francesos reclamaven on era Nin, a Catalunya ni un ´repeteixo, ni un´ dels intel·lectuals catalans, que el coneixien personalment i el tractaren, alçà la veu per preguntar què passava amb Nin. Fou un silenci clamorós. Els paquets de llenties que rebien d´una associació d´escriptors sotmesa al PSUC valien més que la vida de Nin. I quan els poumistes feien pintades preguntant: ´Govern Negrín, on és Nin´´, els psuquistes hi afegien la calúmnia: ´A Salamanca o a Berlín´. Nin, que fou uns mesos conseller de Justícia del govern de la Generalitat, féu més per Catalunya que tots aquests intel·lectuals silenciosos. Amb els seus decrets, donà a Catalunya funcions de sobirania, quan abaixà la majoria d´edat als 18 anys, quan establí els jurats populars per acabar amb el desgavell del Palau de Justícia, quan atribuí al president de la Generalitat la potestat de commutar les penes de mort, quan legalitzà els matrimonis del front, o quan signà, amb d´altres, el decret que estenia a totes les empreses de més de cent obrers el sistema de propietat de les col·lectivitzacions. Eren coses que, constitucionalment, corresponien només a l´Estat espanyol i que, així, sense negociacions ni falòrnies, passaren a la Generalitat. Quan acabà la Guerra Civil, els que havien calumniat Nin anaren a l´exili. Hi passaren també els que no alçaren la veu per defensar-lo. Nin es quedà enterrat a les proximitats de Madrid. I els seus companys foren entre els primers que es reorganitzaren clandestinament i recomençaren la lluita, al cap de pocs mesos de la victòria franquista. Era quan els que havien acusat Nin i els seus de ser agents de Franco aplaudien l´aliança de Stalin amb Hitler».
La repressió contra els revolucionaris del POUM i la CNT s´ha d´emmarcar en la lluita mundial establerta per l´estalinisme contra les idees leninistes de Revolució Socialista Mundial, en la lluita de l’Oposició Obrera contra la degeneració del socialisme en mans dels buròcrates que havien corromput l´Octubre Roig. Aquest fet cabdal de la història contemporània, la destrucció de les idees d´Octubre, és un dels aspectes que ens pot fer entendre els motius de la persecució i dels assassinats de tants i tants comunistes del POUM. A l´Estat espanyol, després de la victòria damunt els militars feixistes i amb la destrucció de bona part de les institucions burgeses, assistim a un inici de revolució social encapçalada per la CNT, el POUM i determinats sectors d´esquerra del PSOE que a poc a poc seran frenats per la dreta republicana aliada amb els estalinistes del PCE-PSUC. S´estableix, doncs, una ferotge lluita de classes entre els sectors populars que, amb les armes en la mà, han vençut el feixisme, aquells que volen avançar envers l´expropiació de capitalistes i terratinents, fent camí cap a la col·lectivització de terres i fàbriques, en la democràcia obrera i popular. Els sectors que volen aturar l´onada revolucionària, els grups més proburgesos, aquells que compten amb el suport de l´estalinisme, el que volen és conservar la societat de classes que la revolució ha escombrat en molts d´indrets el 19 de juliol.
Aquest fet, la lluita per defensar les conquestes revolucionàries dels primers mesos de la guerra civil, és el fonament que ens pot fer entendre els motius dels Fets de Maig del 37 de Barcelona, la revolta obrera existent, la intervenció del govern republicà contra la revolució, la campanya «antitrotskista» del PCE i del PSUC, l´assassinat d´Andreu Nin, la il·legalització del POUM, les tortures i desaparicions de centenars de militants poumistes i anarquistes en les txeques del PCE-PSUC a Barcelona, Madrid i València.
El suport del PCE-PSUC a l´operació de la NKVD soviètica matarà, doncs, dos ocells d´un tret. Per una part els estalinistes espanyols, servils amb els seus amos, col·laboren amb totes les seves forces en els designis de Stalin i donen tot el suport «logístic» ´quadres de la policia i l´exèrcit, polítics professionals, torturadors i botxins de tota mena– que Orlov necessita. És a dir, tot el seguici de les txeques d´ambdues organitzacions i el personal repressiu abans esmentat són posats a disposició dels agents de la policia política soviètica. Cal recordar-ho sempre als desmemoriats. Aquest és un aspecte prou important de la col·laboració entre la NKVD i les direccions polítiques dels estalinistes espanyols i catalans. Però igualment com José Díaz, Jesús Hernández, Santiago Carrillo, la «Pasionaria», Ignacio Gallego, Enrique Líster i tot l´estalinisme espanyol i nostrat donen suport als enviats de Moscou –així ho prova tota la documentació a l´abast de l´investigador i lector interessat i de la qual hem parlat una mica més amunt–, també els estalinistes espanyols aprofiten la conjuntura internacional de persecució i assassinat de trotskistes per, amb l´ajut de la mateixa NKVD, provar d´aturar la marxa de la revolució a l´Estat espanyol i a Catalunya.
En parlar de l´estreta col·laboració entre la policia política enviada per Stalin i els dirigents del PCE i del PSUC, Wilebaldo Solano, el dirigent del POUM que pogué salvar-se de la mort a mans dels botxins estalinistes, va escriure: «En el asesinato de Andrés Nin se resume la odisea del líder del POUM desde su detención en Barcelona hasta su asesinato cerca de Alcalá de Henares, se da la lista completa, con nombres y apellidos, de la Brigada especial española que utilizó Orlov, con sus jefes Fernando Valentín y Jacinto Rosell (a la que pertenecía el policía Jiménez que aparece en Operación Nikolai), se acusa directamente a los coroneles estalinistas Burillo y Ortega, a David Vázquez y Gabriel Morón» (de l´article «La larga marcha por la verdad sobre Andreu Nin» que es troba penjat en el web de la Fundació Andreu Nin).
És evident que amb la persecució dels revolucionaris del POUM i la CNT, el PCE i el PSUC tampoc no fan un paper «independent» de Moscou. Servils fins a límits increïbles, no fan més que seguir amb els ulls clucs les instruccions dels delegats de la Internacional que Stalin ha enviat a l´estat espanyol. En aquella època concreta, parlam del temps de la guerra civil, a la burocràcia que ha fet malbé la Revolució d´Octubre tampoc li interessava que, a l´Estat espanyol triomfàs un socialisme no controlat per Moscou, el col·lectivisme llibertari propugnat per la CNT. Com explica el dirigent del POUM Wilebaldo Solano: «La burocràcia soviètica odiava i temia al POUM. No pas per la nostra força numèrica o pel que estàvem en condicions de fer de manera immediata, sinó per l´exemple que representava la nostra lluita al bell mig de la revolució espanyola. Els ideals d’un socialisme democràtic, sorgit del moviment i l´autoorganització de la classe obrera, feien tremolar els privilegiats de Moscou. Perquè aquests ideals enllaçaven amb els somnis de la Revolució d´Octubre i amb les reivindicacions de llibertat i igualtat de l´oposició d´esquerres russa a Stalin. I això era una amenaça mortal per a la seva autoritat.. Aquest règim odiós es va ensorrar definitivament fa uns anys, després d´haver llençat oprobi i desconsideració sobre la bandera del socialisme. Però la lluita continua, contra un capitalisme que ens vol arrabassar drets i conquestes, que amenaça el futur de tota la humanitat…» (de l´article de Lluís Rebell «Homenatge a Wilebaldo Solano: el triomf de l´optimisme revolucionari» publicat en el web de la Fundació Andreu Nin).
Les primeres cartes de Stalin adreçades al president del Govern Largo Caballero van precisament en aquesta direcció: no res de repúbliques roges que poden atemorir les burgesies francesa i britànica. L´interès de la burocràcia soviètica va en el camí d´aconseguir aliances econòmiques i polítiques amb els imperialistes anglesos i francesos per a bastir una «amistat entre nacions» que serveixi a Stalin per a fer front a l´imperialisme alemany que els amenaça. El «suport» a la República burgesa espanyola és cobrat amb tot l´or del Banc d´Espanya, i l´enviament d´armament i «consellers militars» sempre serà controlat d´una manera que mai els hipotètics aliats burgesos, en aquest cas els imperialistes anglesos i francesos, puguin pensar que l´URSS donarà suport a una república comunista o anarquista a la península ibèrica.
Tanmateix, les burgesies francesa i anglesa no escoltaren Stalin. Jugaven la carta d´un futur enfrontament entre Hitler i Stalin, potències que per diferents raons amenacen les seves posicions imperials i de classe. Finalment, sacrificada la Revolució a l´Estat espanyol sense que el sacrifici servís a Stalin per bastir l´aliança amb els capitalistes anglesos i francesos, es veié obligat a signar un pacte de no agressió amb Alemanya per tal d´evitar l´enfrontament que desitjaven el Regne Unit, França i, no ho oblidem, sectors prou decisius del capitalisme i l´imperialisme ianquis .
Tot això ens demostra els interessos coincidents entre la NKVD, els agents que Stalin envia a l´Estat espanyol, i els seus servidors del PCE-PSUC. Tots ells, dirigents estalinistes espanyols, catalans i policia soviètica, estan d´acord a aturar la Revolució que ha començat el 19 de juliol. Els Fets de Maig del 37 de Barcelona són la culminació d´aquesta batalla contrarevolucionària, la lluita de classes en viu que tan a la perfecció va descriure George Orwell en el seu imprescindible Homenatge a Catalunya i que historiadors com Burnett Bolloten han analitzat en La revolución española. Sus orígenes, la izquierda y la lucha por el poder durante la guerra civil 1936-1939 (Barcelona, Grijalbo, 1980).
La misèria moral i política dels dirigents del PCE i del PSUC quant a la persecució de la dissidència, als atacs a la memòria històrica de l´esquerra revolucionària catalana, a menystenir i emboirar el paper destacat dels revolucionaris del POUM en la lluita contra el feixisme i el capitalisme, arribà a límits de degeneració total com els que explica el dirigent poumista Wilebaldo Solano en l´article «La larga marcha por la verdad sobre Andreu Nin»: «Después de la victoria de Franco, en los años más terribles de la acción clandestina en España, y durante la segunda guerra mundial y tras el hundimiento de Hitler y Mussolini, los dirigentes estalinistas prosiguieron las campañas contra el POUM con una ferocidad increíble, incluso en las prisiones de España y de Francia, en los maquis del Mediodía francés (donde asesinaron a Joan Farré Gassó, secretario del POUM de Lérida, y estuvieron a punto de hacer lo mismo con Juan Andrade) y en los campos de concentración de Alemania. En realidad, tales campañas se continuaron hasta la publicación del informe secreto de Nikita Jruschov sobre los crímenes de Stalin en el XX congreso del PCUS, el 25 de febrero de 1956».

  Edición digital de la Fundación Andreu Nin, 2009

España traicionada. Stalin y la guerra civil (reseña de Juan Manuel Vera, 2002)

Reseña del libro España traicionada (Ronald Radosh, Mary R. Habeck, y Grigory Sevostianov, eds. Editorial Planeta, 2002, 628 páginas).

La bibliografía sobre la guerra civil española es gigantesca. Se ha dicho que supera ampliamente a la existente respecto a cualquier otro gran conflicto del siglo veinte, incluida la segunda guerra mundial, y es cierto. También hay que reconocer que ese gran caudal de memorias, investigaciones, valoraciones y análisis, no ha asegurado hasta el momento presente la existencia de un marco interpretativo de consenso sobre los acontecimientos políticos y militares del período, especialmente respecto a la zona republicana.

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