Era el día 1 de mayo de 1981 cuando Juan Andrade, uno de los fundadores del Partido Comunista de España, de la Izquierda Comunista y, posteriormente, del POUM, nos dejó después de una larga enfermedad, como recuerda la nota que nos envió su compañera Mª Teresa. Una fecha, no hace falta decirlo, enormemente emblemática para una personalidad que desde muy joven había estado combatiendo en el movimiento obrero. Nacido en 1897, había comenzado a militar en las Juventudes Radicales de Madrid, pero en 1916 ingresó en el Grupo de Estudiantes Socialistas y hasta el mes de abril de 1920 perteneció a las Juventudes Socialistas. Entusiasta de la revolución rusa, fue uno de los protagonistas de la escisión en abril de 1920 que llevó a la formación del Partido Comunista Español y al año siguiente al definitivo Partido Comunista de España, en el seno del cual dirigió su órgano de prensa «La Antorcha», hasta que, con el ascenso de Stalin al poder en la URSS y la estalinización del partido se fue apartando. Al iniciarse la Segunda República fue uno de los protagonistas del renacimiento editorial de Madrid, fundando la editorial Cenit, las Ediciones Hoy e inspirando Ediciones Oriente.
Al mismo tiempo organizó la Oposición Comunista de Izquierda que, finalmente, se convirtió en la Izquierda Comunista -dirigió su revista teórica «Comunismo» – y a partir de 1935 militó en el Partido Obrero de Unificación Marxista. Al iniciarse la guerra civil se instaló en Barcelona, dirigió la Editorial Marxista, hasta que después de los hechos de mayo de 1937 fue detenido, y juzgado en octubre de 1938 por el Tribunal Especial de Espionaje y Alta Traición. Exiliado en Francia en 1939, cuando se produjo la ocupación de Francia por los alemanes fue detenido en Montalban y juzgado, con otros compañeros del POUM, en noviembre de 1941, permaneció en prisión hasta 1944, cuando fue liberado por el batallón Libertad, del que formaban parte miembros de la CNT y del POUM. Permaneció exiliado en París hasta la muerte de Franco. En 1978 realizó una primera visita en España, hasta que finalmente se instaló en Madrid, donde murió.
Militante, teórico y hombre de combate, dejó escritas diversas obras: China contra el imperialismo (1928), La burocracia reformista en el movimiento obrero (1935), el folleto L’assassinat de Andrés Nin. Ses causes, ses auteurs (1939), Apuntes para la Historia del PCE (1979), La revolución española, día a día (1936-1937) (1979), Recuerdos personales (1983) y Notas sobre la guerra civil (Actuación del POUM) (1986).
Yo lo conocí en 1972, cuando trabajaba con la biografía de Andreu Nin, y mantuve con él una intensa relación hasta su fallecimiento. En 1982 -en el primer aniversario de su muerte- su compañera Mª Teresa publicó un folleto, en el que entre otras cosas decía:
“El día 1º de mayo de 1981, falleció Juan Andrade, después de una larga y penosa enfermedad. Al cumplirse el primer aniversario, en esta fecha tan simbólica, queremos unir en el mismo recuerdo y homenaje a todos sus camaradas de luchas, por todos los sacrificios que hicieron juntos, fieles a la verdadera significación revolucionaria de este Día, con la esperanza en el futuro para los que les siguen por el mismo camino”.
Fotografía de cabecera: Juan Andrade y Pelai Pagès en julio de 1980