Introducción. El POUM y el caso Nin, una historia abierta ( Pelai Pagès, 2014)

 

Introducción al libro de Pelai Pagès y Pepe Gutiérrez-Álvarez, El POUM y el caso Nin, Laertes, 2014.

Pocas veces un partido -unos hombres y mujeres- han dado tanto que hablar. Pocas veces se ha escrito tanto sobre un personaje como Andreu Nin que parece que pasó a la historia básicamente gracias a las circunstancias de su muerte. Pocas veces la historia de un pequeño partido ha llenado tantas páginas…Y así podríamos ir reproduciendo comentarios que se han ido repitiendo siempre que el Partido Obrero de Unificación Marxista ha jugado un cierto protagonismo en la escena pública o simplemente se ha hablado de él. Ello ya pasó en los años setenta, cuando tras la recuperación de la democracia en España se empezaron a publicar «otros» libros sobre la historia de la guerra civil y sobre el movimiento obrero. Esta primera oleada de interés vino precedida por la publicación de algún que otro libro en el estado francés, como Revolución y contrarrevolución en España, de Joaquín Maurín, que publicó Ruedo Ibérico en 1966, la edición del compendio de artículos de Nin, realizado por Juan Andrade y también publicado por Ruedo Ibérico en 1971, o la reedición, un año antes, del libro clásico de Nin, Els moviments d’emancipació nacional, por parte de les Edicions Catalanes de París. En el estado español, aunque censurada, en 1969 había aparecido la edición catalana del libro de George Orwell Homage to Catalonia, que desde todos los puntos de vista contemplaba una importante reivindicación del POUM.

Eran los primeros síntomas de un interés que, tras la muerte de Franco, se incrementaría en el estado español. En pocos años de diferencia aparecieron dos biografías sobre Andreu Nin -una publicada por mi mismo en 1975-, una historia del Bloc Obrer i Camperol, el partido de Maurín, futuro eje vertebrador del POUM, publicada por Francesc Bonamusa en 1974, y la magna Historia del marxisme a Catalunya, en cuatro volúmenes, que escribió el antiguo militante del POUM, Víctor Alba, y que fue traducida a distintos idiomas. En un espacio de tiempo relativamente corto se producía la recuperación de una historia que a estas alturas parecía ya arrojada al más absoluto de los olvidos. Es cierto que, a pesar de las represiones y las campañas de calumnias desencadenadas, el POUM seguía existiendo, pero ya en el exilio, aunque desde el exilio seguía siendo un referente para muchos jóvenes que a finales de la década de los 60, en parte debido a las consecuencias de la radicalización habida en el movimiento estudiantil, buscaban otras versiones de la historia y otros referentes ideológicos más allá de la herencia que en la Unión Soviética y en los partidos comunistas de todo el mundo, había dejado el estalinismo. Aunque en esta nueva coyuntura se criticaba sobre todo el burocratismo y el reformismo en que habían caído todos ellos.

Este auge del interés hacia nuevos fenómenos de la historia -el Bloc, el POUM, Nin, Maurin habían ocupado un interés muy escaso, por no decir nulo, hasta estos momentos en los libros dedicados a la guerra civil y al movimiento obrero- coincidió con un intento, que acabó frustrándose, de reconstruir el POUM en el interior del país. Pero, a pesar de todo, se siguieron publicando libros y obras de todo tipo que recuperaban su pasado. Y ello -cabe decirlo- no gustó a la izquierda dominante, controlada durante estos años por el Partido Comunista y, en Cataluña, por el Partit Socialista Unificat de Catalunya (el PSUC). El simple recuerdo de la campaña de calumnias que ambos desencadenaron contra el POUM, las represiones subsiguientes hasta el asesinato de Nin, eran una realidad que les recordaba su pasado estalinista y aunque a menudo, cuando no podían obviar la historia, culpaban al «estalinismo» -así en abstracto- de todos los males, no podían sustraerse de la realidad. En estos momentos muchos de los dirigentes comunistas aún tenían sus orígenes en los años de la República y la Guerra Civil y habían sido activos militantes estalinistas.

Tras el boom desencadenado durante el período de la transición, los años 80 fueron años de una cierta tranquilidad e incluso de un cierto declive en el interés de los temas vinculados al POUM. Eran también los tiempos en los que la transición a la democracia había provocado una cierta decepción entre muchos sectores de la izquierda y la crisis había alcanzado también a las organizaciones de la izquierda revolucionaria, que habían pasado de una enorme presencia en la calle y en las movilizaciones populares a una nula presencia en el parlamento y en las nuevas instituciones democráticas. A pesar de ello, fue en este marco que se constituyó la Fundación Andreu Nin, para que, al margen o además de la historiografía sobre el POUM, sobre sus hombres y mujeres y sobre su proyecto social, político e ideológico, se siguiese recuperando una memoria histórica que para unos cuantos se seguía considerando imprescindible.

Hubo que esperar a la última década del siglo -tras el derrumbe del «socialismo real» en la Unión Soviética y en la Europa central y oriental, entre 1990 y 1991- para que se incentivase de nuevo el interés por la historia del POUM. Dos fenómenos sirvieron para provocar esta revitalización: el documental que realizó la televisión catalana sobre el asesinato de Nin, Operació Nikolai, en 1992, y la película de Ken Loach,Tierra y Libertad, de 1995. La apertura de algunos archivos soviéticos sirvieron también para conocer nuevos detalles y aspectos hasta entonces inéditos sobre la intervención soviética en la guerra civil española. Esta nueva fase vino acompañada de la publicación de nuevos trabajos -como el libro de Andy Durgan sobre el Bloc, en 1996-, de la instauración en 1994 del Premio Internacional Andreu Nin, establecido por el Ayuntamiento del Vendrell, un nuevo auge que se intensificó en la primera década del siglo. En 2006 Pepe Gutiérrez publicó sus Retratos poumistas, entre 2007 y 2008 se volvieron a reeditar cuatro volúmenes de artículos y obras de Andreu Nin, en 2009 Reiner Tosstorff publicó su historia sobre el POUM y yo mismo publiqué en el mismo año mi biografía de Nin, convenientemente revisada y considerablemente ampliada. Son unos pocos ejemplos de la tarea historiográfica que se seguía haciendo. Y con ello se incrementó enormemente la actividad de la Fundación Andreu Nin que conoció una significativa expansión, desde los núcleos iniciales de Madrid y Barcelona, hacia Asturias, Aragón y otros territorios del Estado español. Ello permitió que en 2011, con motivo de los 75 años de la fundación del POUM, cumplidos el año anterior, se realizase una exposición conmemorativa que se inauguró en junio de 2011 en el Museo de Historia de Cataluña, de Barcelona, y en los meses siguientes se pudo ver en Lleida, en Santa Coloma de Gramanet, en el Museo del Exilio de la Jonquera y en Esterri d’Àneu, en pleno Pirineo leridano.

¿Por qué iniciado el siglo XXI, el POUM, Nin, un puñado de hombres y mujeres que durante décadas habían sido arrojados al basurero de la historia han vuelto a despertar interés más allá del núcleo de adictos o de fieles? Las razones parecen obvias: en primer lugar, se trata de recuperar el papel que habían desempeñado en la historia, puesto que la historia jamás se puede considerar un ciclo cerrado y la renovada aparición de nuevas fuentes documentales ha permitido seguir publicando sobre el tema dando a conocer datos y aspectos nuevos en muchos casos desconocidos. Está claro que el POUM -a pesar de lo que han seguido diciendo determinados historiadores vinculados al estalinismo- no era un núcleo reducido de militantes que se hizo famoso gracias a Stalin y que, además, hasta cierto punto se merecía el trato que recibió.

En primer lugar, cabe destacar que se trataba de un partido con un profundo arraigo sobre todo entre la clase obrera catalana, como demuestra su presencia y organización en el conjunto de comarcas de Cataluña, además de estar presente en otras zonas del Estado español. Sus dirigentes tenían todos ellos un largo recorrido en las luchas obreras del siglo XX y su variada procedencia -muchos habían sido fundadores del primer comunismo en el estado español, otros procedían del sindicalismo anarquista y un tercer sector había estado vinculado al catalanismo radical- era una garantía de pluralidad ideológica frente al monolitismo estaliniano. Sus dos máximos dirigentes, Nin y Maurín, eran de los pocos políticos y dirigentes obreros en el estado español que tenían una sólida formación intelectual y sus escritos representaban proyectos originales y elaboraciones teóricas de primer orden. Además ambos -quizás en mayor medida Nin- tenían una proyección internacional difícil de encontrar en otras latitudes políticas. En fin, son muchos los aspectos estrictamente históricos que explican que el POUM y Nin sigan despertando interés.

Pero, más allá de este estricto interés historiográfico, es evidente, que a estas alturas del nuevo siglo XXI hay otras coordenadas que contribuyen a entender el atractivo que siguen despertando el POUM y Nin. En un momento de profunda confusión ideológica dentro de la izquierda -tanto en el Estado español como a nivel internacional- el POUM representa una opción política que en su día defendió un socialismo necesariamente plural e inevitablemente transformador. No se le puede acusar, como a veces hacen determinados sectores, de haber repetido mecánicamente los esquemas de la revolución rusa de la inicial etapa leninista. Sólo quiero recordar el artículo que escribió Nin -uno de sus últimos escritos- en 1937 para defender el carácter original y específico de la revolución española, que pasaba por definir una democracia obrera y socialista, en la cual tenían cabida todos los sectores políticos e ideológicos de la clase obrera. La herencia política e ideológica del POUM, pues, para muchos sectores sigue siendo un referente, no sólo para entender el pasado, sino también para la construcción de un nuevo modelo de sociedad para el futuro. Naturalmente, a este hecho se le suma el valor añadido de haber sido el único partido que en España plantó cara al estalinismo. Pero, además, si se siguen publicando libros de Nin y de Maurín es porque aún nos dicen algo en nuestros días. Y no es por casualidad que el acto que celebró la Fundación Andreu Nin el 15 de febrero de 2014, en el Palau de la Virreina de Barcelona sobre «Nin, les Nacions i la Revolució Social» despertase un enorme interés y llenase hasta rebosar la sala de conferencias.

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Es en este contexto que nos hemos planteado publicar una serie de trabajos, en muchos casos inéditos, que nos ayuden a entender la situación del POUM en el campo específico de la historia y en el momento actual. Como puede observarse fácilmente, la mayoría de los autores que intervienen en el presente volumen son ya conocidos por sus trabajos publicados con anterioridad. Se trata de estudiosos o historiadores que en un momento u otro han investigado y han publicado sobre la guerra civil española, sobre el POUM o sobre aspectos colaterales. Y les hemos pedido que actualizasen, en cada caso, el conocimiento o la problemática en torno a los temas que han ido estudiando. El resultado ha sido hacer un repaso exhaustivo sobre la política desarrollada por el POUM en las diferentes etapas de su historia, a lo largo de la guerra civil, sin obviar, naturalmente, aquellos aspectos de la política que desarrollaron y que pueden considerarse conflictivos, sin olvidar tampoco ningún momento importante, como los hechos de mayo de 1937 ni las relaciones que mantuvieron con otras organizaciones políticas o sindicales, especialmente con la CNT. Hemos querido entrar también en temas pocos conocidos -como la importancia que tuvieron las mujeres en el partido-, y hemos querido actualizar todo el entramado entorno al asesinato de Nin, sin olvidarnos de su compañero y amigo de toda la vida: un Joaquín Maurín demasiado a menudo olvidado como militante, como dirigente y como teórico. Sin olvidarnos tampoco de la campaña que el estalinismo llevó a cabo contra el «trotskismo» desde los años 20 hasta prácticamente el final de la guerra civil. O de un escritor inglés cuya militancia en el POUM durante la guerra no sólo le cambió la vida, sino que también le condicionó de manera radical su futura producción literaria. Hemos querido introducir también aspectos más actuales: la repercusión internacional que tuvo la película de Ken Loach, o el regreso de las cenizas de la compañera de Nin al pueblo donde éste nació e inició su militancia. Sin olvidarnos de la crítica que merecen los revisionistas de izquierda que siguen maltratando al POUM con argumentos claramente neo-estalinistas. O el papel del POUM en el combate de las ideas. Y para hablar del POUM hemos querido introducir el tema con un artículo de quien fue durante muchos años, prácticamente durante toda su vida, militante, dirigente de la juventud y finalmente Secretario General del partido, Wilebaldo Solano.

Con todo ello pretendemos dar una visión lo más actualizada posible del punto en que se encuentra la historia -aquello que realmente sabemos- sobre el POUM y sobre el caso Nin, dejando muy claro, sin embargo, que quizás dentro de unos años habrá que reeditar nuevos trabajos que vuelvan a reactualizar la historia. Ello representará, sin ninguna duda, que el POUM y Nin, y sus hombres y sus mujeres, sus proyectos y sus ideas, seguirán despertando interés, más allá de la curiosidad simplemente histórica.

Pelai Pagès i Blanch y Pepe Gutiérrez-Álvarez (Directores) Trabajos de Wilebaldo Solano , Chris Ealham , Josep Antoni González Pozo, Reiner Tosstorff, Marta Brancas, Pelai Pagès i Blanch, Pepe Gutiérrez-Álvarez , Javier Maestro, Miquel Berga, Alfonso Clavería, Andy Durgan, Miguel Romero, Jordi Torrent Bestit (Editorial Alertes. Barcelona)

Sobre el autor: Pagès, Pelai

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