Este texto de Javier Barreiro forma parte del libro La vida y la muerte en Aragón, recientemente publicado por Salvador Trallero editor y El Perro Malo. El libro está disponible en el Catálogo de Publicaciones de la Fundación Andreu Nin.
«-¿José Gabriel qué?
-Si quiere conocer el apellido, era López. Pero siempre firmó José Gabriel. Era un periodista famoso que le había organizado alguna huelga a La Prensa. Había trabajado en Crítica, donde inclusive publicaba memorables crónicas de partidos de fútbol (dicen que tenía colgado sobre la cabecera de su cama uno de los botines de Scopelli). En 1922 había publicado la primera biografía de Carriego, muy anterior a la de Borges. Había estado en el Perú como profesor de la Universidad de San Marcos y, al cabo de andanzas y malandanzas, se había arrimado al peronismo que lo ubicó en la redacción de Democracia, con gran disgusto mío, que me sentía la primera pluma de ese diario. Mal que mal nos llevamos bien, sobre todo debido a mi condición de diputado nacional, que algún calculado respeto le infundía. Murió en la redacción del diario El Laborista, hacia 1956 o 1957″.
(José Gobello. Sus escritos, sus ideas, sus amores, pp. 110-111).
Desde que hace algo más de treinta años, por influencia italo-francesa, se puso de moda la microhistoria, conocemos mejor los procesos históricos, acaso no los de las grandes transformaciones socio-políticas y las relaciones internacionales, pero sí los de nuestro país, nuestra región, nuestra comarca o nuestro pueblo en un determinado contexto histórico-social. Viene esto a cuento por la peripecia del autor que tratamos, José Gabriel López Buisán, madrileño de nacencia, pero criado en un pueblo oscense vecino a Graus, Torres del Obispo (1). Su venida al mundo fue el 18 de marzo de 1896 (2) . Curiosamente, sólo sesenta y seis días después de que lo hiciera Joaquín Maurín en otro lugar de la misma comarca, la Ribagorza. Cualquiera de estas dos vidas –a Maurín llegó a tenérsele por muerto en la Guerra Civil, incluso por parte del autor de la obra que editamos- daría para una visión angular del siglo XX más que ilustrativa.