El pasado 13 de abril ha fallecido en Toulon nuestra querida compañera María Teresa Carbonell (1926-2025). Su larga vida ha estado unida a la lucha por la memoria del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) y a la defensa de un socialismo democrático frente a las tiranías estalinistas.
María Teresa había nacido en una familia de militantes poumistas y en la posguerra se instaló en París, donde en 1950 unió su vida a la de Wilebaldo Solano, que había sido secretario general de la Juventud Comunista Ibérica.
De una gran inteligencia política y de una calidez humana inolvidable, María Teresa estuvo en las largas décadas del exilio junto a Wilebaldo reivindicando la figura de Andreu Nin y la verdad sobre su asesinato. Después, participó en los intentos de reconstruir el POUM tras la muerte de Franco.
Desde la creación de la Fundación Andreu Nin fue una gran entusiasta de su labor, al mismo tiempo que nos animaba a mirar las nuevas realidades con nuevos ojos, en la mejor tradición democrática y libertaria de un socialismo que, para ella, estaba siempre unido a las ideas de libertad e igualdad.