Artículo publicado en el mes de abril de 2003 en Molotov (periódico de contrainformación)
Hay inconformistas que lo son durante unos años. Después, abandonan toda actividad social, “van a lo suyo” y recuerdan, a veces, las cosas de cuando eran jóvenes y radicales. Hay, en cambio, inconformistas que lo son toda la vida. El pasado 10 de marzo murió uno de ellos, el escritor y antiguo militante del POUM Pere Pagès, más conocido por el seudónimo de Víctor Alba, un destacado representante de una generación de luchadores antifascistas y antiestalinistas que, además de sufrir la persecución y el exilio, padecieron la calumnia y el olvido. En otro país la muerte de alguien como Víctor hubiera sido noticia en los telediarios. Aquí, ya sabemos que los espíritus libres, valientes y heterodoxos no reciben los laureles que se otorgan, sin embargo, a tantos que han mostrado cobardía frente al poder durante toda su vida.
Para quienes no conozcan a Víctor Alba lo primero que habría que hacer es remitirles a su enorme bibliografía, con más de cincuenta libros publicados y cientos de artículos. Fue pionero en muchos temas. Escribió el primer libro sobre la España franquista en 1946 (Insomnie espagnole) y la primera historia de la República, en 1948. Sobre el POUM y la revolución del 36 escribió importantes libros que desvelaron la naturaleza de la intervención estalinista contra los revolucionarios independientes españoles, como El marxismo en España, El Partido Comunista en España y las biografías de Nin y Maurín. En 2001 publicó Los colectivizadores, sobre esa experiencia obrera. Respecto a la lucha antifranquista destacan La oposición de los supervivientes y su Historia de la resistencia antifranquista. Abordó la novela en alguna ocasión, siendo finalista del premio Planeta con El pájaro africano (que refleja la actuación clandestina del POUM). También fue autor de numerosos ensayos sociológicos trasversales, abordando, antes que nadie, la historia social del campesinado, la mujer, la juventud o la vejez.
Víctor Alba empezó a militar muy joven en el POUM. Participó en la actividad clandestina en los primeros años del franquismo, siendo detenido en 1942 y encarcelado en la prisión Modelo de Barcelona. En 1945 marchó al exilio a Francia (donde colaboró con Albert Camus en Combat), después a Méjico y desde 1957 a Estados Unidos. Dirigió varias publicaciones entre las que figuró Panoramas, una interesante revista de temas sociales. En 1965 se instaló en Kansas, en cuya Universidad, a pesar de no haber obtenido nunca un título universitario, inició una carrera como profesor de ciencias políticas y de historia del movimiento obrero. En toda su trayectoria fue un opositor incansable al franquismo y denunció permanentemente los crímenes del estalinismo, al que consideraba ajeno a la izquierda y enemigo acérrimo de los ideales de igualdad y libertad.
Víctor era un rebelde, un ateo y un gran observador de la realidad. Vivía pendiente de lo que pasaba en el mundo y nunca le importó ir contra la corriente. Hombre de izquierda durante toda la vida, defendió sus ideas socialistas, libertarias y democráticas hasta el último aliento.