Desde hace unos meses estamos viviendo en España, gracias al cambio de gobierno y al acuerdo de las izquierdas una ventana de oportunidad política en el campo de la memoria democrática. Entre las propuestas, la creación de una Comisión de la Verdad, muy criticada por el gobierno saliente: “me da vergüenza que en España se cree una comisión de la verdad”, afirmó el diputado popular Fernández Diaz (https://goo.gl/D95sJy). A pesar de las demandas sociales, sigue habiendo una resistencia a la verdad y a la memoria. Y en plena democracia ámplios sectores políticos y sociales se mantienen en discursos derivados de la postverdad creada por el francisco sociológico amparada en que el régimen no fue tan malo, una Transición modélica y la consideración de la Guerra Civil como un hecho histórico, sin memoria (ni justiciabilidad) y amparado en una teoría de los dos demonios.