Notas sobre el POUM en la revolución española. El período de la clandestinidad,1937-1939 (Wilebaldo Solano, 2005)

Este texto reproduce una nota dirigida por Wilebaldo Solano al historiador Burnett Bolloten, el cual solicitó información sobre  la actividad del POUM durante el periodo de clandestinidad de los años 1937-39. Parte de estos datos fueron recogidos en la edición definitiva de su obra, La guerra civil española.

La mayoría de los historiadores hablan de la «liquidación del POUM» al referirse al golpe policíaco del 16 de junio de 1937. En general, dan como establecido que el P0UM desapareció como consecuencia de la represión. Esto es absolutamente falso y debe ser desmentido. Aunque en condiciones muy difíciles, el POUM prosiguió su actividad en la clandestinidad. Los mejores testimonios de ello son sus publicaciones “ilegales” que aparecieron  regularmente impresas hasta el verano de 1938 y, luego, tras la detención del segundo Comité Ejecutivo, con menos regularidad y en peores condiciones. (‘Juventud obrera; «La Batalla”, varios folletos, multitud de manifiestos  y  hojas de propaganda que exasperaban a los dirigentes stalinistas.

Otra leyenda muy corriente es que el golpe del 16 de Junio cogió al Partido completamente desprevenido. También esto es falso. Después de las Jornadas de Mayo, el Partido y la Juventud  Comunista Ibérica tomaron toda una serie de medidas ante una posible clandestinidad. Lo que ocurrió es que estas medidas, bastante  rígidas al principio, fueron sensiblemente atenuadas en el curso de la primera quincena de Junio. Muchos camaradas pensaron que los stalinistas no se atreverían a pasar al ataque contra el POUM ante las posibles reacciones de la CNT y otros sectores sindicales y políticos,

La última  reunión del Comité Ejecutivo del POUM  se celebró el  16 de Junio  en el Instituto Maurín.(Palacio de la Virreina). Desde las Jornadas de Mayo, los comités dirigentes no se reunían en los locales habituales. En “Caníbales políticos», libro de Gorkín, hay una pequeña descripción de dicha reunión. La detención de Nin se produjo en el local del C.E. hacia la 1 de la tarde. Nin se trasladó allí unos momentos. Y, desde luego, no se imaginaba que podían detenerlo en el local mismo, en plena Rambla, ni tampoco que iba a ser objeto de un verdadero secuestro de tipo criminal.

No todos los miembros del C.E. se dieron cuenta de la gravedad de la situación. Algunos pensaron que habría una reacción inmediata y que Nin y los demás detenidos serían liberados como consecuencia de las protestas que se producirían en los medios más diversos. Pero la censura impuso el silencio en la prensa y en la Radio..

El C.E. de la JCI tampoco se reunía en el local habitual,  la Casa Fuster, situada en lo alto del Paseo de Gracia, sino en locales de cooperativas o de sindicato, animados por militantes del POUM.

A primeras horas de la tarde se celebró una reunión del C.E. de la JCI. En esta reunión se decidió denunciar espectacularmente la detención de Nin en el número del semanario  «Juventud Comunista» que se estaba compaginando en la imprenta y completar el dispositivo de clandestinidad. Yo me trasladé a la imprenta y pude modificar los titulares y terminar  la compaginación del número. Pero éste no pudo salir. La policía se presentó en los talleres y se incautó de las formas. Detuvo a  José Escuder, redactor jefe de “La Batalla”, y no recuerdo a quien más. Yo  logré escaparme por la puerta de los talleres gracias a la astuta y  generosa complicidad de los obreros de la imprenta:

Los miembros del C.E. de la JCI dormíamos en la torre Bertrán y Musitu desde nacía unos  días. La abandonamos la mañana del 17, al ver que la policía iba ocupando todos los locales del P. y de  la JCI, incluso  las clínicas y los sanatorios, Aquel mismo dia nos pusimos en contacto con los «supervivientes» del C.E. y con el C.L. de Barcelona. En una reunión que se celebró el mismo día 17, se decidió nombrar  un nuevo Comité Ejecutivo. para organizar la defensa del Partido frente a la represión. Este C.E., quedó formado por los siguientes camaradas: Molins y Fabrega, Gironella, Rodes, Solano y Martí, secretario del C.L. de Barcelona. En esta primera reunión, se adoptaron diversos acuerdos. Se desechó la idea de fusionar los comités del P.y de la J. y local de Barcelona. Se nombró una delegación que se trasladó al frente de Aragón para asegurar el contacto con la 29 División, donde Rovira, Grossi y otros compañeros se disponían a nombrar un C.E. creyendo que todo había sido desorganizado en Barcelona. (Gironella y Rodes fueron la, delegación). Molins y yo nos fuimos a comer al «Euzkadí». Recuerdo que Molins me dijo: «Vamos a comer bien por una vez; quizás no tardemos en ir a parar a la cárcel». Me  parece que fue una imprudencia, pero el hecho es que no nos detuvieron.

Días después, Rovira fue detenido también, en el frente Pero no tardó en ser liberado por orden de  Indalecio Prieto, ministro  socialista de Defensa. Tras su liberación se incorporó al C.E. ,lo que supuso un aporte importante  en momento que había que proteger a nuestros jefes militares frente a las intrigas y los  ataques de los stalinistas.

Gironella fue detenido muy pronto (no recuerdo exactamente la fecha).El C.E. que dirigió el Partido hasta abril de 1938 estuvo formado por Rodes, Solano, Rovira, Molins, Farré, Arquer y Martí) . Molins fue enviado a París hacia septiembre u octubre para dirigir la delegación encargada de animar la campaña internacional en defensa del POUM. Ignacio Iglesias, Joan Pascual y Pere  Vigués fueren los colaboradores más eficaces del C.E. en el dominio de las publicaciones clandestinas.

‘Juventud Obrera» fue la primera publicación ilegal  del POIJM. El número 1 apareció la primera semana de Julio. El organizador material del trabajo de imprenta fue un joven militante marsellés de origen español, Antonio Trave, que vino a Barcelona el 19 de Julio para asistir a la Olimpiada Popular y se incorporó en seguida a las milicias del POUM. Trave dio pruebas de una audacia y de una ingeniosidad increibles. Robaba el papel donde podía ( a veces a «Treball») y siempre tenía a mano linotipistas e impresores. El solo aseguró toda la parte técnica del periódico. Me parece que se publicaron 35 o 37 números. No recuerdo exactamente en este momento.

La detención del segundo C.E. tuvo lugar el 19 de Abril de 1938 en un local de la Vía Layetana disimulado como oficina jurídica del abogado Rafael Font y Ferrán. Fueron detenidos: Rodes, Solano, José Buiria, Juan Farré, Jordi Arquer (C.E.) y Enrique Ariño, María Teresa Andrade,l, Antonio Trave, José Oltra Picó y Francisco Aguílar. Todos ellos fueron traslados a la Prisión del Estado, donde se encontraban los miembros del primer C.E., salvo María. Teresa  Andrade y Natalia Bonet, que- fueron encerradas en, la Prisión de Mujeres.

El 3 de Junio de 1938, Miguel de Mora, juez especial de los Juzgados del POUM dictó auto de procesamiento contra todos ellos.. Este juez pertenecía al Tribunal de Espionaje y Alta Traición. Los procesados se negaron a firmar  la comunicación del auto del procesamiento en la Prisión del Estado. El segundo proceso contra el POUM no llegó a celebrarse a causa de la ocupación de Barcelona por las tropas franquistas.

El segundo  C.E. del POUM organizó la campaña, nacional e internacional, contra la represión. Por otra parte, mantuvo la organización en la. ilegalidad  y, en la medida de sus posibilidades, aseguró el contacto con los militantes que se encontraban en el frente. Esta labor fue asumida sobre todo por un equipo de militantes dirigido por Alberto Aranda (metalúrgico de Madrid), que corrió riesgos enormes y dio pruebas de una audacia extraordinaria.

La JCI  de Barcelona, formada por muchachos muy jóvenes, de 15 a l8 años (los de más edad estaban en los frentes} efectuó  las celebres pintadas en. las calles de Barcelona («¿Donde está  Nin?) y aseguró la  difusíón  de la prensa clandestina en condiciones muy difíciles. El fenómeno más importante fue que la JCI se desarrolló  notablemente en la clandestinidad con el aflujo de jóvenes y muchachas de 18 y 19 años, es decir, de jóvenes  que habían  obtenido la mayoría de  edad gracias al famoso decreto de Nin .

Durante todo el período de clandestinidad, el C.E. mantuvo relaciones con  la. mayor parte de los: comités  dirigentes de las organizaciones (CNT, FAI, Juventudes Libertarias, socialistas de izquierda,  Esquerra Catalana}. Lluis Companys, que reclamó la libertad de Nin el mismo día de la detención al gobierno de Negrín , recibió a varias delegaciones del POUM en la Presidencia de la Generalidad. El día en que recibió a Rodes y Solano, dio orden a la Radío de que anunciara la entrevista y ésta   confirmó que el «Presidente de la Generalidad había  recibido a una delegación del C.E.  del POUM»,  lo que provocó las  iras de toda la prensa stalinista.

El C.E. del POUM tuvo relaciones frecuentes con los dirigentes de la Izquierda Socialista  (Largo Caballero, Hernández Zancajo y  Luis Araquistáin), que habían sido apartados de todo cargo oficial por los dirigentes socialistas que colaboraban  con  los stalinistas. Y en general con todas las fuerzas políticas y sindicales y culturales que no cedieron a la tentativa de liquidar las conquistas de la Revolución y se opusieron a la política que tendía a imponer  en España por  primera vez  una “democracia popular” dictada por Stalin desde Moscú.

Sobre el autor: Solano, Wilebaldo

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